Espectáculos
Por
Agencia Reforma
Publicado el martes, 29 de diciembre del 2015 a las 01:10
México,D.F.- Para muchos, casarse con una celebridad de Hollywood representa el acceso a un mundo de glamour, atención preferencial y muchos otros privilegios.
Pero no para Patricia Azarcoya, quien desde que se convirtió en esposa de Rob Schneider se ha asegurado de que ni él abuse de su carácter de famoso.
“Lo único que me molestaba cuando nos casamos era el trato especial que le daban cuando llegábamos a algún lugar, como un restaurante que estaba lleno.
“El sí estaba acostumbrado a eso, pero yo no. Son unas cositas a las que hemos tratado de adaptarnos, y la verdad es que Rob es una súper persona y se ha adaptado mucho a mi estilo. Ahora es mucho más consciente de otras cosas”, compartió Azarcoya en entrevista telefónica.
La productora y guionista mexicana se casó con el estadounidense en abril de 2011, y asegura que fue su propia relación con el medio del espectáculo la razón por la que el estatus de estrella de su marido nunca la deslumbró.
Es más, tras casi cinco años de casados, ha sido Schneider quien ha tenido que aprender más de la cultura mexicana, sobre todo desde el nacimiento de su hija Miranda, de tres años.
“Siempre me ha dicho que la calidez que recibía en México lo hizo desear tenerla en su vida, y, mira, finalmente terminó casado con una mujer mexicana.
“Yo no quiero perder mis raíces, especialmente con mi hija, que pese a que no nació en México, deseo que sepa de mi país, y que cuando vayamos allá sea capaz de comunicarse en español”, agregó.
Originaria de Mérida, Yucatán, Azarcoya trabajó en programas como El Monchis, Que Show Con Alejandra Bogue y CuéntameLove antes de conocer al protagonista de Gigoló por Accidente. Después se mudó a Los Ángeles y debió acostumbrase a vivir en otra nación.
“Yo pensaba que hablaba bien el inglés, pero cuando llegué aquí (a EU) me di cuenta de que no. Hay ciertas cosas que te van limitando, pero no son para siempre; nada es imposible”.
La mexicana acaba de realizar su debut como actriz en Real Rob, serie disponible en Netflix que presenta una versión ficcionada y exagerada de su relación con el comediante estadounidense.
En el show también comparte créditos con su marido como productora y guionista, una experiencia que si bien no fue sencilla, sí resultó muy divertida.
“No podemos escribir juntos él y yo, somos unos necios. Él cree que sus ideas son mejores que las mías y yo creo que las mías son mejores que las de él.
“Actuar fue el reto, no nada más es hacerlo sino aprenderte las líneas en un idioma que no es tuyo. Y yo que todavía tengo acento cuando hablo inglés, pensaba constantemente en pronunciar bien porque si no, no me iban a entender”, mencionó.
En un futuro, la señora de Schneider no descarta en seguir una carrera como actriz, pero ser una celebridad no es algo que esté entre sus aspiraciones.
“Yo sigo siendo la esposa de Rob y la mamá de Miranda, sigo haciendo mis cosas de forma normal, nada ha cambiado en ese sentido. No tengo nada de fama, todavía paso inadvertida”, señaló la mexicana.
Con brillo propio
– Su nombre completo es Patricia Azarcoya Arce
– Tiene una certificación como profesora de zumba.
– Es aficionada de Los Tigres de Nuevo León, al igual que su padre. Y ahora su marido también es hincha tigre.
– Rob y Patricia se conocieron en un programa de televisión en la Ciudad de México.
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