Allá por el 70, leíamos sobre la enorme diferencia entre la sociedad gringa, la europea y latinoamericana.

El gringo se la pasaba endeudado, pagando vehículos y casa, los vehículos eran sustituidos, frecuentemente, gracias al crédito disponible, y la casa cada 20 años, el europeo, gastaba poco en el vehículo, lo cambiaba hasta que fuera inevitable, el latino, gastaba poco en casa y los vehículos eran parte de su capital, siempre representaban sus vehículos su capital y plusvalía.

Después de muchos ajustes disfrazados, tanto en Europa como Latinoamérica, las familias ahora pasan y pasarán el tiempo pagando más del 50% de sus ingresos en pagos de casa y vehículos, la industria del automóvil tuvo muchos ajustes después de la opereta de la crisis automotriz del 2008, los autos cuestan el doble en todos los mercados, y tienen peores niveles de calidad.

En los 70, la diferencia entre un carro alemán, y uno americano, era el nivel de calidad, ese diferencial en precio, se justificaba por la calidad, ahora se diferencia en el glamour, (esa disponibilidad estúpida a comprar caro, por sentirse mejor). Ahora, es sorprendente ver que no hay diferencia grande en calidad entre ambos.

Lo nuevo es que el mercado de autos empieza a cambiar con marcas chinas, que ofrecen duplicados de autos occidentales con planes atractivos de crédito. Veremos a muchos seguir pagando el vehículo que no sirvió, pero le salió más barato.

En las casas, el costo de la construcción representa menos del 40 por ciento del costo, los dos que más ganan son el constructor y el banco deudor.
En este momento, no sabemos mucho de lo que sucederá en el país, lo que queda claro, es que los deudores seguirán pagando…