Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el miércoles, 18 de agosto del 2021 a las 03:30
Ciudad de México.- “El muralismo, arte público que ha dado fama a México a nivel mundial, es monumental, pero no se trata de hacer pinturas grandototas”, advierte el artista Alejandro Caballero.
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El muralismo que nos heredaron (David Alfaro) Siqueiros, (Diego) Rivera, (José Clemente) Orozco, (Jorge) González Camarena o (José) Chávez Morado es uno que independientemente de su tamaño refleja monumentalidad”.
Caballero, discípulo de Raúl Anguiano, quien legó al pintor sus pinceles, así lo entiende, y bajo esa filosofía encaró su más reciente proyecto: Visiones de Anáhuac, un mural de 43 metros cuadrados que se suma a las conmemoraciones ciudadanas por los 500 años de la caída de Tenochtitlan.
Se trata de una reivindicación plástica de las culturas y los saberes ancestrales mexicanos, principalmente los relacionados con la medicina y la salud.
Una pieza en acrílico sobre lona de algodón adherida a los muros de una clínica de próxima apertura al sur de la Ciudad de México, que no solo remite a las antiguas civilizaciones mesoamericanas, sino que también incorpora en su discurso iconográfico la actual pandemia de Covid-19, durante la cual se produjo la monumental obra y que podrá visitarse por el público en días y horarios determinados.
De estilo figurativo, Visiones de Anáhuac apuesta por el realismo poético, el contraste cromático entre fríos y cálidos y una narrativa más didáctica que dramática, en la que resuena el muralismo de pintores como González Camarena, indica el artista, ganador en 1998 del primer lugar de pintura mural por su obra Contra la amnesia, en memoria de los 30 años de los Mártires de Tlatelolco.
El apego por lo monumental en la nueva obra se expresa no sólo en las cabezas olmecas o las portentosas pirámides, advierte el también escultor e integrante del Salón de la Plástica Mexicana.
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Por ejemplo, un dibujo de Rivera o de Siqueiros podía medir 30 por 20 centímetros, pero era monumental, tenía lo que Bertha Taracena, la crítica de arte, llamaba mirada colosal”, explica el ganador, en 2005, de la V Semana Binacional de Salud México-Estados Unidos, en la categoría de pintura.
Para lograr ello, se requiere preparación, una educación visual y un trazo que exprese y refleje el conocimiento de la herencia plástica mexicana.
Caballero, oriundo de Tepito, egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, destaca también la participación comunitaria, el trabajo en equipo.
Para su nueva obra, el artista convocó como ayudantes a sus alumnos de la Escuela Escuela de Arte al Aire Libre de Tepito Juan Ticunche y Jamil Chabbán.
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