En las últimas fechas se ha intensificado una campaña de desprestigio infundado sobre el acoso sexual en la máxima casa de estudios de Coahuila, después de haberse pronunciado la Universidad Autónoma de Coahuila, que se castigará a falsas denuncias de acoso.

Resulta coincidencia la inconformidad de una minoría y siendo preciso de 18 alumnas que salen en una grafica que parece más una foto de recuerdo que inconformidad, pero pierde legitimidad al momento que anuncian el castigo a las falsas denuncias ya que se habla de una cantidad de otros años de un promedio de arriba de treinta presuntos acosos sexuales que a simple vista en la fotografía publicada en dos medios locales es muy evidente que falta el resto de las interesadas o afectadas.

Es correcto la posición de la Universidad Autónoma de Coahuila, el castigar falsas denuncias, porque es un claro ejemplo de no estar ni por encima de la Ley o por debajo de la misma; ya que tanto en el Código Penal Federal, Código Penal del Estado de Coahuila de Zaragoza y lo mismo en el Código Procesal Civil para el Estado de Coahuila de Zaragoza al igual que el federal, es castigado a toda persona que denuncie falsamente o difamación causando un delito que se castiga hasta con la pena privativa de la libertad y multa, según el caso.

Para bien se han estado haciendo modificaciones a las leyes, para no estar incurriendo con falsedades o en supuestas creencias y/o percepciones personales cuando se trata de un acoso sexual en cualquier ambiente universitario o bien de bachillerato sin tener prueba alguna y lo mismo sucede en cualquier área laboral de Coahuila fuera del rubro educativo.

Se ha mal interpretado las buenas intenciones de la UAdeC, de crear una conciencia y cultura a la denuncia del acoso sexual pero también la falta de información entre la población de alumnados de la casa de estudios más grande de Coahuila, ya que es la única institución educativa en Coahuila, que posee un protocolo de actuación para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género por medio de comités en sus diferentes planteles de la entidad.

Sin embargo, también esas supuestas quejas deben de tener obviamente una cara, es decir, nombres porque pierde seriedad y cobardía para los bromistas de ambos sexos.

Ahora bien, la UAdeC está haciendo lo suyo para encaminar a la población estudiantil cuando se llega a determinar la comprobación de un caso comprobado de acoso sexual o abuso tomarán cartas en el asunto, sin embargo, las instancias legales como son los juzgados y tribunales son las verdaderas autoridades para poder castigar estos casos y será la misma situación, es decir, tienen que comprobar que existe un supuesto delito y esperar a que tenga una sentencia.

No se puede legitimar una protesta cuando carece de fundamentos con hechos comprobatorios o condenatorios ante alguna instancia legal local, estatal o federal.

Hay que entender que el problema del acoso sexual y/o abuso es un tema de interés social pero nunca exclusivo de una entidad educativa ya que es un problema considerado no solamente social, sino que también viene estipulado en las leyes, es decir, ya está legislado.

Este problema social se vive hasta en los medios de comunicación sobre todo en aquellas de trasmisión televisiva por aérea, satélite o por cable ya que es muy frecuente que muchas mujeres sufran o sean víctimas de acoso sexual cada vez que intentan salir en un noticiero, y sobre todo aquellas que buscan trabajo honesto para dar el pronostico del día o bien también sufren de esta situación hasta recepcionistas de medios de comunicación, que si bien no se hacen público o denuncien ante alguna autoridad no significa que no existan. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org