La calidad de tus pensamientos está determinada por la calidad de tu lectura. Pasa más tiempo pensando en lo que consumes”.
Un gran pensamiento del autor James Clear.
Totalmente de acuerdo.
Aquí ya lo hemos comentado: basura entra, basura sale.
Este principio de la computación es 100% aplicable a los negocios, a la vida… y, claro, a nuestra tan devaluada política.
Este teorema establece que aun la más poderosa supercomputadora generará basura si se le alimenta basura.
La calidad de los datos determina la calidad del producto.
Importantísimo teorema en la era de la exageración, la polarización, las fake news y la manipulación.
Lo que lees (ves o escuchas) determina lo que piensas. Lo que piensas determina lo que haces. Y lo que haces determina tu destino.
Determinan si subes o caes. Determina si transformas algo para bien… o para mal. Determina si avanzas o retrocedes.
Y la tendencia general de nuestro mundo asusta.
Tomemos por ejemplo el proceso para formar opiniones.
El Pew Research Center recientemente publicó un estudio revelador para Estados Unidos, donde por mucho el método preferente para informarse son los dispositivos digitales: 86% los usa con frecuencia, contra 64% de la televisión, 42% el radio y 25% medios impresos.
Profundizando sobre la dominancia de la manera como las personas “se informan” en los medios digitales, resulta que 54% lo hace a través de redes sociales y 66% a través de búsqueda (search).
¿Qué problemática se desprende de estas preferencias?
En términos generales, la ausencia de curadores informativos.
Y no me refiero a sanación, sino a selección. Me refiero a una figura similar a la de un curador de un museo, que es la persona que selecciona las obras de arte que se exhiben.
Porque a fin de cuentas el curador determina la experiencia que recibirá (positiva o negativa) quien visita el museo.
Igualito pasa con la información.
Antes de los smartphones, las redes sociales y la comunicación 24×7, los medios realizaban la labor de curadores informativos, filtrando mentiras, desnudando exageraciones y dando marcos de referencia para que el consumidor construya opiniones informadas.
Por supuesto, había medios que lo hacían bien y otros que no. Existían sesgos y abusos. Pero la labor existía y, sobre todo, pesaba.
Aunque los medios profesionales seguimos haciendo esta labor, las estadísticas de consumo que te acabo de compartir comprueban que muchos prefieren adoptar la labor del curador.
El curador es uno mismo.
¿Posible? Sí. ¿Recomendable? Mmmm, no creo.
¿Por qué afirmo esto? Por la forma como funcionan las redes sociales, que buscan maximizar “clics” para maximizar ganancias. ¿Cómo lo logran? Con algoritmos que identifican lo que nos gusta… para luego mandarnos pura información que concuerde con lo que preferimos.
No importa si es información falsa. No importa que existan opiniones distintas que valdría la pena considerar. No importa si la fuente informativa está sesgada o tiene un mal track-record.
Lo que importa es el clic. Lo que importa es ganar plata.
Un círculo vicioso donde entra plata y sale el conocimiento.
La labor de curador es hoy más difícil de ejercer que nunca. La labor del curador es hoy más valiosa que nunca.
¿Qué hacer ante este panorama?
1. Selecciona bien tus fuentes de información. Privilegia medios serios y, por supuesto, suscríbete a El Norte, Reforma y Mural.
2. Ten cuidado con las redes sociales. Antes de formar una opinión que provenga de estas, verifica.
3. Desarrolla un radar para fake news. Tip: ¿quieres saber si una noticia es falsa? Revisa varios medios serios. ¿No está en ninguno? Doble contra sencillo: es fake. Una noticia se le puede pasar a un medio, pero no a todos y menos todo el tiempo.
En general, sé muy cuidadoso en cómo formas tus opiniones para que luego tus acciones no te lleven a lugares indeseados.
No dejes que entre basura, porque luego… basura sale.
Posdata. De locos el affaire del “chat de guerra” donde funcionarios trumpianos compartieron información clasificada de forma insegura y aparte… ¡metieron por error al chat a un periodista! Ja, ja, ja. La hora amateur. EU está en manos de improvisados. Otra prueba, los aranceles. Un juego pierde-pierde. Preparémonos, vienen tiempos muy difíciles para México y el mundo.
EN POCAS PALABRAS…
“La verdad existe, las mentiras se inventan”.
Georges Braque, artista francés.
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