En México, abundó, “la cantidad de personas que en el último año pidieron atención por consumo de fentanilo fue de 516 personas; decesos, son muy pocos los registrados. No tengo el dato en este momento sobre cuántos decesos se han dado por intoxicación por fentanilo, pero son pocos”, explicó en entrevista para MILENIO.
Para el titular de la Conasama, la determinación de prohibir el consumo del fentanilo no obedece a presiones externas como Estados Unidos, sino a dar pasos firmes y adelantados para evitar el impacto que ha tenido.
Si bien las autoridades mexicanas han generado programas preventivos y guías de intervención contra el fentanilo, sobre todo en ciudades fronterizas como Tijuana, en Baja California, donde se han registrado el mayor número de casos, las drogas sintéticas como las metanfetaminas han desplazado al cannabis y a la amapola en su consumo.
Una de las drogas que mantiene en alerta a las autoridades mexicanas es la metanfetamina, la cual, de acuerdo con dados a conocer por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones de la Conasama, registró un incremento del 416 por ciento entre el 2013 y el 2023, considerando de manera exclusiva aquellos sectores que solicitaron atención y tratamiento en su red de centros de apoyo.
“ Sí, vivimos un problema actual. Han suplido a estas drogas sintéticas, a las drogas que se usaban antes como el cannabis, como la amapola. Y ahora, todos estos avances con los laboratorios y la química han podido reducir, en el caso de los precursores o propiamente de la sustancia, los volúmenes a transportar, y se han especializado quienes crean estas sustancias para obtener con pocos volúmenes de precursores miles de dosis. Este es un fenómeno mundial donde, insisto, México no está privado de ello”, detalló.
–¿Fracasó la política pública de prevención y protección?
“ El problema es multifactorial y que la obtención de dichos datos duros tiene que ver con el hecho de que ya no existe subregistro de casos como en antaño; por el contrario, ahora ya es posible determinar que la metanfetamina, pero también el alcohol y el tabaco, se han incrementado entre sectores vulnerables como son niños y adolescentes”.
Este incremento en el consumo de dichas drogas, aseveró, coincidió con la emergencia sanitaria por covid-19, que causó miedo e incertidumbre entre la población, pérdida laboral y de seres queridos, miedo a la muerte, encierro y falta de convivencia con pares de la escuela.
La mejora en el registro, el encierro y la pandemia causaron un aumento en el consumo de alcohol y tabaco, que “son de las más disponibles, por mucho. Y vimos un repunte en el uso de metanfetaminas en toda la República”.
También, se suma a estos factores de riesgos la violencia intrafamiliar y la normalización del consumo de tabaco y alcohol en casa.
A su vez, toda esta situación, dijo el especialista, fue aprovechada por los cárteles de las drogas, convirtiendo a México en un país de tránsito, producción y consumo. No obstante, Quijada aclaró que México no cuenta con los “niveles que nos pongan en un ranking o en una tabla de los países más consumidores”.
La estrategia de gobierno consiste en atacar la oferta y la demanda a través del “trabajo que se ha encomendado a la Secretaría de Seguridad, a la Sedena y a Marina. Y, por el otro lado, nosotros buscamos como comisión, desde una perspectiva de salud pública, prevenir el consumo de sustancias y atacar esta demanda. Es decir, que nuestros jóvenes, niños y niñas, no lo vean como atractivo, y si llegan a sus manos, que tengan las herramientas para tomar las mejores decisiones para su salud”.
A pesar de ello, Quijada dejó en claro que la Conasama respeta el libre desarrollo de la personalidad entre adultos.
Por último, adelantó que la Conasama trabajará con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, en los programas intensivos de atención de las adicciones. “Esta comisión está lista para ejecutar el segundo piso de la transformación, justo a través de estos programas y la solidez institucional que tiene la comisión en todo el país”.
Para ello, trabajará con el Modelo de Atención de Salud para el Bienestar (MAS-Bienestar) en el que se insertarán los servicios de prevención y de salud mental, saldando, de esta manera, una deuda histórica; así como con las 32 entidades y todo el sistema de salud, DIF, Sedena, pemex, Marina, ISSSTE, entre otros organismos.
Con información de Milenio