Ciudad de México.- De acuerdo con el Censo Agropecuario del INEGI, el campo de Coahuila se envejece y cada vez hay menos jóvenes trabajando en la siembra y la crianza de ganado, sólo el 13.9 por ciento de las y los productores tienen entre 18 y 45 años, porque prefieren emigrar a las ciudades en busca de un ingreso seguro, contar con IMSS y otras prestaciones informó José Luis López Cepeda, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas en Coahuila.

“ Se debe principalmente a la falta de apoyos para el campo, hemos visto que los hombres tienen que su surtir o tener a la mano la comida para sus hijos y su esposa y desgraciadamente emigran a las ciudades, vienen a trabajar a las ciudades, dejando abandonado lo que hacían antes, su trabajo de campo, sus siembras, sus animales”.

“ Desgraciadamente, tienen que sobrevivir de alguna manera y no lo pueden hacer con lo que se dedicaban antes, con la agricultura y la ganadería, pues emigran a las ciudades a buscar el sustento diario de la familia”.

El Censo Agropecuario revela que el 88.2 por ciento de la mano de obra está en los hombres, un total de 90 mil 440, y el 11.2 por ciento son mujeres, con 12 mil 068. En el 2007, el 90.2 por ciento eran hombres y el 9.8 mujeres.

Además, el 36.2 por ciento de las y los productores agropecuarios tienen 65 años y más; el 49.9 por ciento, entre 45 y 65 años; y sólo el 13.9 por ciento tienen entre 18 y 45 años.

“ Esa es la emigración que está causando el abandono total que se tuvo en el campo en el sexenio pasado, esperemos que la actual presidenta pueda reactivar ese campo para que los ejidos, las comunidades no se queden solas, como está pasando ahorita, desgraciadamente los ejidos están volviendo a unas cuantas manos, porque venden su tierra de uso común, su parcela, para sobrevivir, están acaparándolo unas cuántas manos”.

En los ejidos ha bajado la cantidad de cabezas de ganado que tenían para autoconsumo y para vender en estas fechas, por ejemplo, el ganado caprino casi se desplomó al 15 por ciento, porque los pequeños productores han vendido su hato ganadero.

“ Prácticamente se están desmantelando, a los jóvenes ya no les interesa estar en el campo, los que se arraigan y aferran al campo son los adultos mayores, y pues ellos están sobreviviendo con la beca que les da el Gobierno de la República. Quieren tener prestaciones, esos jóvenes son los que tienen apenas creciendo a su familia, que están procreando y seguramente tienen que buscarle, porque ya no hay de dónde sobrevivir en el campo”, concluyó.