Ciudad de México.- La organización civil Data Cívica documentó 31 asesinatos políticos el mes pasado, incluyendo dos candidatos a las elecciones del 2 junio, además de 15 ataques contra autoridades electas.

En un informe titulado “Votar entre balas”, indicó que los 31 homicidios relacionados con la violencia política el mes pasado incluyen a colaboradores de campaña, funcionarios y familiares de los políticos.

Abundó que entre los que fueron candidatos asesinados en junio está Israel Delgado Vega, del oficialista Partido del Trabajo (PT) a síndico de Cuitzeo, Michoacán, donde murió horas antes del comienzo de las votaciones.

Mientras que el otro es Yonis Atenógenes Baños, excandidato del PRI a presidente municipal de Santo Domingo Armenta, Oaxaca, donde lo ultimaron horas después del cierre de los centros de votación.

Data Cívica había reportado el 10 de junio un total de 34 candidatos o aspirantes a un cargo de elección popular asesinados en el periodo electoral que empezó en septiembre de 2023 y concluyó el pasado 2 de junio.

LA VIOLENCIA CONTINÚA

Pero ahora advirtió que “la violencia política continúa después de las elecciones”.

“ Durante junio registramos 15 autoridades ya electas atacadas, 16 funcionarios de seguridad atacados de manera directa, nueve funcionarios de otras áreas, dos integrantes de partido y un familiar atacados”, detalló.

En total, Data Cívica registró 54 personas en el ámbito de la política que padecieron alguna agresión o ataque de la delincuencia organizada en junio.

Desde enero de 2018 hasta lo que va de 2024, la organización documentó 2 mil 25 ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas asociadas con el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobierno o partidos.

Organizaciones civiles coinciden en que México tuvo las elecciones más violentas de su historia el 2 de junio, en las que ganó la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, mientras que su alianza de partidos alcanzó en el Congreso la mayoría calificada, de dos tercios, para modificar la Constitución.

Pese a los datos de organismos independientes, el gobierno federal únicamente reconoció el 25 de junio el asesinato de solo 12 candidatos a los comicios, por lo que negó que hayan sido las elecciones “más violentas” de la historia.