Hay muchas anécdotas en torno a este personaje muy nuestro, que ha llevado el nombre de Saltillo por el país y el extranjero
Hace 67 años que se inició como locutor Marco Antonio Aguirre Perales, quien fue objeto de un emotivo homenaje que tuvo como escenario el Teatro de la Ciudad Fernando Soler con la concurrencia de centenares de saltillenses quienes rememoraron, junto al poeta y declamador, sus años de éxitos como presentador de la Rondalla de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, hace más de cinco décadas, así como con su grupo Desde Saltillo, la Rondalla.
Otros conjuntos similares se unieron al festejo, así como Salomón Robles y los legionarios en una actuación muy especial teniendo como fondo de acompañamiento a la rondalla del poeta.
Hay muchas anécdotas en torno a este personaje muy nuestro, que ha llevado el nombre de Saltillo por el país y el extranjero; recuerdo una cuando se inició como declamador y conductor de la Rondalla de la Narro.
A mediados del año de 1966 en un festival se presentaron en el Teatro Miguel Cárdenas de la Benemérita Escuela Normal del Estado, la Estudiantina de la Escuela de Leyes y la Rondalla de la Narro; abrieron el espectáculo los futuros abogados. Una vez terminada su actuación, siguieron los futuros ingenieros agrónomos.
Cuando los estudiantes de leyes se retiraban se acercó el director de la Rondalla de la Narro y le pide a Marco que los presente y conduzca durante toda la actuación; al principio Aguirre Perales se negó, pues no contaba con la anuencia del titular de la estudiantina, a quien pidió permiso.
Apenas había comenzado el espectáculo y se fue la luz en el Teatro Miguel Cárdenas. Marco, muy atinado, les dijo a los de la Narro que siguan cantando y tocando sus guitarras. En el intermedio de las melodías improvisaba versos, lo cual fue del agrado de las damitas ahí presentes. Una vez terminada la actuación, se acercó al titular del grupo, sin preguntarle le dijo a Marco, “desde ahora tú serás el presentador oficial de la Rondalla”.
Cómo surge el poeta
Aproximadamente en 1957, en la radioemisora XEDE de Saltillo, el locutor Ramón López Morán, transmitía un programa de música románica bajo el título Serenata para Ti. A López Morán se le ocurrió hacer una especie de concurso y solicitó al auditorio que enviara versos para decirlos al principio de cada melodía. Los hermanos de Marco lo animaron y llevó algunos de su cosecha, lógico, fue el ganador y como premio se leían dichos versos en la voz de López Morán. En una ocasión, este le dijo a Aguirre Perales, “mejor léelos tú” y así nació una de las voces que queda anotada en la lista de los grandes locutores de México.
En la primaria Marco Antonio supo de la capacidad de versificar sin mucho esfuerzo, cuando le hizo un pequeño poema a un compañero del Colegio México que le había prestado una pluma.
El reconocimiento “al poeta de los ojos verdes”, como le decimos sus amigos, fue organizado por sus hijas María Luisa, Iris y Perla, así como un grupo de amigo de Marco Antonio Aguirre Perales.
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