“El militar que fue el elegido como modelo para la escultura Al Defensor de la Patria, conocida popularmente como El Soldado Desconocido, del escultor Ignacio Asúnsolo Mason, es Víctor Valenzuela Buitimea, nacido en Río Mayo de Huatabampo, Sonora en 1885. Hijo de indios yaquis: Ignacio Valenzuela y Josefa Buitimea y formado entre los indios mayos.
A los 34 años de edad se enroló en las filas del 1er batallón del Mayo y luego cambió al 47° Batallón de Infantería. Sus rasgos físicos ya mencionados y su edad avanzada para el grado que ostentaba, lo hicieron sobresalir sobre el resto de los soldados. Fue un militar de vida intensa, se distinguió como hombre de acción para la guerra.
El 1 de marzo de 1916 ascendió a sargento segundo de infantería y en 1929 a sargento primero. De 1912 a 1929 participó en más de 40 hechos de armas. Quienes le conocieron aseguran que no asistió a la escuela, no aprendió a leer ni a escribir. Fue un soldado irregular de la generación de la revolución. Cuando el movimiento armado finalizó se quedó en el ejército. Se contrató once veces consecutivas para el servicio de las armas. Sus comandantes y jefes lo calificaron de manera notable por su buena conducta. “Hombre serio, intachable y de responsabilidad probada en sus más de 42 años de servicios a la patria, tuvo muy pocos arrestos, nunca cambió de unidad militar, siempre en el 47° batallón de infantería”. Cuando el presidente Lázaro Cárdenas designó para su protección personal y familiar ese Batallón en 1936, lo convirtió en el pie veterano de lo que más tarde se conoció como Unidad Especial de Guardias Presidenciales, aunque este cuerpo se formó más tarde con el 28° batallón.
El 16 de junio de 1942, por acuerdo de la Secretaría de la Defensa Nacional, el Gral. Pablo Macías Valenzuela lo ascendió a subteniente de infantería, un mes después se le concedieron las condecoraciones de 5ª, 4ª, y 3ª clase por el mérito de perseverancia, o sea, por 15, 20 y 25 años de servicio. En abril de 1943 sirvió como subayudante encargado accidental del grupo de agregados en el 12° batallón de infantería. En junio de 1943 causó baja y se fue a laborar a la Intendencia General del Ejército, designado conserje por su avanzada edad.
El 1 de septiembre de 1945 pasó como ayudante del Servicio de Conservación de Campo de los establecimientos militares. Aquí su historia se pierde, fue pensionado del Instituto armado y se desconoce la fecha de su fallecimiento. Vivió en una época en donde este tipo de sargentos viejos, eran quienes conducían el trabajo cotidiano, inculcaban la disciplina, eran maestros y consejeros para sobrevivir, los comandantes de las partidas y los destacamentos y en muchos de los casos evitaron las catástrofes y la muerte misma.” Gracias a este soldado revolucionario que sirvió de modelo para la escultura en honor “Al Defensor de la Patria”, elaborado por Ignacio Asúnsolo Masón, uno de los escultores mexicanos más fecundos, permite mostrar a los mexicanos, a un auténtico soldado, que transmite el espíritu y valores de la institución castrense que sirve al país, que se mantiene orgullosa en la Gran Plaza de Piedras Negras, Coahuila, donde fue develado por el secretario de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos, el 10 de diciembre de 2015. (“Ignacio Asúnsolo Masón, Creador del monumento ‘Al Defensor de la Patria’”, de la Sargento 1° Gabriela Martínez Toribio, Revista del Ejército y Fuerza Aérea, abril 2015, páginas 36 a 39)
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