Desde que era pequeña, cuando hacia algo que no estaba bien, mi mamá me repetía constantemente: “¡Susana! ¡Por amor de Dios, por qué no usas el sentido común!”.
Tiempo después, en algún libro leí con atención la misma frase, pero lo curioso es que, muchos años atrás la escribió François Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire, escritor y filósofo francés que dice así: “El sentido común es el menos común de los sentidos”, la humanidad siempre ha sabido qué es el sentido común y estaba en lo cierto, olvidamos que podemos utilizarlo en cualquier momento, no se necesita hacer ningún esfuerzo.
Al echar un vistazo sobre el tema, encontré que existen varias definiciones, debido a que todos los grandes pensadores han estudiado el concepto. Por ejemplo, unos afirman que es utilizada para describir la inteligencia de los seres humanos, otros filósofos más, aseguran que es un conjunto de creencias y explicaciones que se fundamentan en la experiencia personal o la sabiduría popular, además señalan que es la facultad de orientarse en la vida práctica.
El filósofo escocés Tomas Reid (1719-1796) es considerado el máximo representante de la escuela escocesa del sentido común, quien dedica gran tiempo de su trabajo a este tema, y afirma: “El sentido común es en principio una forma de percibir, razonar y actuar inherente a los seres humanos maduros de cualesquiera épocas y cultural, apoyada en una serie indeterminada pero cuestionable de primeros principios que hacer posible la formulación precisa de enunciados o juicios ‘de sentido común’, capaces de guiar a todos los seres humanos en sus percepciones sensibles, sus reflexiones y acciones”. De esta manera lo presenta José Prado, en La Filosofía del Sentido Común. Breve Antología de Textos de Thomas Reid.
Por lo tanto, el sentido común, como lo define Reid, está presente un elemento fundamental, la sensatez, entendida como la condición que tienen las personas que muestran buen juicio, prudencia y madurez en sus actos y decisiones.
El sentido común está presente en el hacer se los seres humanos donde el beneficio se antepone al deber, sin embargo, existen fenómenos malevolentes que apartan a los individuos de la justicia por estallidos de ira, que apuntan directamente a la destrucción.
Reid sostiene que justo es el hombre que no lastima de ninguna manera a sus semejantes y les concede lo que les corresponde. A los humanos nos corresponde velar por siempre por nuestro bienestar sin perjudicar a nadie para obtenerlo, tenemos que tener presente: pensar en el otro, para no dañarlo y no pensar que otro tiene la culpa de lo que nos sucede.
La propuesta de Reid la considero interesante porque para él, como lo mencione anteriormente, lo importante del sentido común es la sensatez, tan necesaria en la acción diaria de los seres humanos y más aún en el ejercicio de la política.
Los líderes políticos no deben olvidar utilizar el sentido común en la solución de problemas que se viven diariamente en el país y por supuesto también con otros países; tienen ellos el compromiso de velar por sus necesidades políticamente definidas de los ciudadanos.
Entonces querido lector, es innegable que el sentido común comprende normas escritas y no escritas, nos suministra las armas para dar la batalla a diferentes situaciones con prudencia y sensatez, por lo tanto, nos ayuda a sobrevivir
diariamente.
Nos permite desarrollar la habilidad para percibir, entender y juzgar cosas, de una manera apropiada, es decir, que no nos perjudique, nos ayuda en la toma de decisiones, en nuestra acción, con su uso no dañamos a las personas que interactúan con nosotros en la sociedad.
Por ello, imagine usted, no poseer sentido común; sería fatal porque conduce a una lista interminable de problemas, complica severamente la vida de las personas y de la sociedad y cuando los políticos no utilizan el sentido común, las organizaciones se debilitan en todos los sentidos, económico, social y cultural. ¡Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia!
Nuestros gobernantes tienen la obligación de estar alertas y entender que la humanidad está viviendo momentos difíciles, como la pandemia de coronavirus que está afectando en todos los ámbitos de la sociedad y a manera de ejemplo, en lo educativo se establecieron nuevas normas, en donde ni los docentes ni los alumnos ni los padres de familia, y menos el Gobierno, estaban preparados para enfrentarlo.
Otro factor es el cambio climático, alteración del clima y las temperaturas de la tierra deteriora los ecosistemas provocando pobreza y desigualdad, las principales consecuencias se aprecian en los medios de subsistencia, salud, biodiversidad, economía y alimentación.
Es conveniente establecer estrategias para educar a los ciudadanos que les permita enfrentar estas situaciones, cuyo daño es irreversible, cuando la humanidad llegue al límite ya no habrá posibilidades de solución, aquí es útil el sentido común, ¿no lo cree usted?
Considero obligatorio que los políticos utilicen el sentido común, la sensatez –tan necesaria en la acción política y tan ausente en estos momentos– donde no se puede improvisar, mucho menos hacer el quehacer político para cumplir caprichos personales, tomar decisiones sin medir las consecuencias, anteponer el odio y el rencor, la falta de eficacia en la gestión ejecutiva, planear sobre las rodillas, no respetar lo que dice la ley, nombrar a funcionarios sin experiencia y sin conocimiento, es muy delicado porque el costo social será muy alto.
El sentido común ayuda a resolver la vida diaria con sensatez; imagine usted utilizarlo para gobernar, se vigilaría cumplir con las leyes y a tener claro que se gobierna para todos los mexicanos, sin importar religión, estatus económico, raza, preferencias sexuales; tener presente que el fin de la política es unir a los ciudadanos y no dividirlos, en sí, velar celosamente por el bien común.
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