Sociedad
Por
Aleida Valero
Publicado el jueves, 13 de agosto del 2009 a las 14:00
Parras de la Fuente, Coah.- En lo alto del Cerro del Sombreretillo, se encuentra un antiguo cuidador de Parras. Desde su ubicación hay una vista perfecta de la ciudad, él puede ver desde el inicio hasta el fin, es testigo de los cambios de temporada al ver que el verde paisaje cambia su color por el café naranja del otoño. Este vigilante es mejor conocido como el Santo Madero.
Quien visita Parras tiene marcado en su recorrido al Santo Madero y aunque en la subida tenga que caminar cerca de 462 pasos, sabe que la recompensa al llegar a la cima será grande, pues la vista de la ciudad, tanto de día como de noche, no tiene comparación.
La historia del Santo Madero se puede escuchar de boca de algunos niños que se encuentran en el inicio de la subida y por algunos pesos, relatan una y otra vez a quienes quieran escuchar, llegando a formar grandes grupos de personas.
Así, Marcelino Yahir García Muñoz, de 12 años de edad y originario de la ciudad, cuenta que en el Cerro del Sombreretillo (llamado así por su peculiar forma de sombrero) había muchas corrientes de aire que provocaban ruidos escalofriantes que asustaban a todo aquel que los escuchaba. En el año de 1818, Jesús María de Gurrola decidió subir a la cima del cerro con una cruz de madera, y la colocó allí tratando de santificar el lugar, pero el aire la derribaba y Gurrola la volvía a colocar el mismo número de veces que se caía, hasta que los parrenses decidieron reunir fondos para construir una pequeña capilla donde se resguardara la cruz, que según comentaban algunos era santa, bendita y milagrosa, pues aseguran tiene una astilla de la cruz en la que Jesucristo fue crucificado.
De esta manera, comenzaron a juntar dinero y quien no podía cooperar con monedas, lo hizo con materiales de construcción, mano de obra o burros, carretas y caballos. Al final, lograron reunir cerca de 700 pesos de aquel entonces y con ello construyeron la capilla que se terminó el 7 de abril de 1880 y en la que cada primer domingo del mes, tanto locatarios como visitantes pueden acudir a misa.
En la actualidad, la pendiente por la que se sube a la capilla fue remodelada, y ahora cuenta con 243 escalones, así como un área lisa por donde quien guste puede subir en bicicleta; además, tiene una iluminación que aparte de cumplir con su objetivo, le brinda una vista mística al lugar.
Se dice que el Santo Madero aún concede milagros a quien se acerca a pedirle con verdadera fe y dentro de la capilla existe un espacio donde los creyentes le ofrecen regalos a la Santa Cruz como agradecimiento por cumplirles el milagro que pidieron.
Generación tras generación, tanto parrenses como visitantes de todas partes del país han pasado por el Santo Madero y han disfrutado de la vista que día a día tiene el protector de Parras de la Fuente, uno de los pueblos mágicos más conocidos y visitados de Coahuila.
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