Autos
Por Agencia Reforma
Publicado el viernes, 13 de diciembre del 2024 a las 04:10
Ciudad de Mèxico.- La marca deportiva Porsche es sinónimo de éxito y competitividad dentro del mundo del automovilismo.
A finales de los años noventa, los alemanes tenían el objetivo de conquistar la emblemática carrera de las 24 horas de Le Mans, en Francia, con el proyecto LMP 2000. El desarrollo de este auto enfocado a las carreras de resistencia, fue pausado en su momento debido a temas presupuestarios de la marca y solo rodó en situación de prueba aproximadamente 78 kilómetros.
El 3 de noviembre de 1999, fue la fecha en la que el Porsche LMP 2000 se puso a prueba en pista y alcanzó una velocidad de más de 300 kilómetros por hora, un auto que hacía soñar a la firma alemana.
Un año antes, Porsche tomó la decisión de comenzar un proyecto enfocado a la categoría de prototipos LMP, un deportivo que minimizará el desgaste de los neumáticos, fuera eficiente en términos de consumo y que permitiera reducir el número de paradas en los boxes para ganar tiempo contra sus rivales.
Otro punto a destacar en este deportivo de carreras es su carrocería abierta, lo que ayudaba a generar una mayor carga y se beneficiaba el tema aerodinámico del auto.
En cuanto a la motorización, la firma alemana trasladó su experiencia en Fórmula 1 y en un inicio colocó en el LMP 2000 un V10 de 3.5 litros con control neumático de las válvulas. Como este tren motriz estaba considerado para carreras de distancia corta, los ingenieros tuvieron que aumentar su cilindrada para implementar los 5.5 litros.
A pesar de que este proyecto fue cancelado el siglo pasado, su innovación y tecnología fue trasladada a deportivos comerciales como el Porsche Carrera GT.
Después de 25 años, el Museo y Patrimonio de Porsche, revivió esta joya del mundo motor poniendo detrás del volante a Allan McNishh, el último piloto que condujo el LMP 2000.
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