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Coahuila

El placer de la naturaleza y sus sorpresa

Por Verónica Marroquín

Hace 1 mes

ESTIMADOS LECTORES Y LECTORAS: Para: mi bebé, esa alma que la encuentro en cada paso por la naturaleza.

La vida te lleva por caminos insospechados, algunos son tan inesperadamente hermosos y maravillosos, el estar en contacto con la madre naturaleza, con ese regalo divino que es estar en un bosque, esos pulmones enormes que nos ayudan a oxigenar el aire y que son una bendición tenerlos, las majestuosas alturas de los pinos, ese respeto que siento como si fueran nuestros ancestros, abuelos y abuelas, recordándonos que somos bendecidos y que tenemos esa herencia que tenemos que cuidar como lo más preciado que tenemos en el mundo Sin la naturaleza estamos muertos, literal.

Caminando por un privilegiado lugar de EU, un lugar de ensueño, con unos lagos enormes, eso sí, gratis nada, pues el calor es de lo más sofocante, y más en esta época de verano.

Sin embargo, al ir caminando entre el bosque para hacer ejercicio, parte de una terapia en la que estoy, iba mirando cada centímetro que caminaba, maravillada por esos pinos enormes que, a uno que otro les pedía su permiso para abrazar y tomar su energía, las gotas del inevitable sudor iban a dar a mis ojos, los cuales me ardían, los limpiaba con una toallita, y seguía mi caminar, agradeciendo en cada paso, cada respiro, esas bendiciones de poder caminar sin tanto dolor lumbar, poder mirar y agradecer por tan maravillosos dones, que cuando te faltan, y los vuelves a tener, sería un crimen no agradecer por volver a tenerlos, en ese caminar iba encontrándome ardillitas, que no se asustaban cuando me sentían llegar, seguían comiendo, me dejaban admirarlas, los patos en el lago de igual forma andaban cercanos a mí cuando subían a la tierra, no se asustaban, al contrario, se acercaban un poco con cautela, eso sí, su graznido me hacia sonreír, esa majestuosidad con la que transitan y flotan por el bello lago, inevitablemente me hace sonreír, sigo mi caminar y encuentro una banca tipo columpio, con una vasija con agua para los perritos, y unos cuatro asientos más, que la vista da al lago, y me siento a seguir admirando, y tal vez, pensaba, un perrito se acerque a tomar agua y me salude, en una bella sombra, era como un recuerdo a algún perrito que ya no está.

Me columpié buen rato, recordando esa infancia, esos momentos en el colegio donde tus amigas y compañeras de entonces te daban el empujón para que te pudieras elevar como los pájaros por el cielo por unos segundos, y para mi bendición aun las tengo conmigo, esas amistades de toda la vida, cual millonaria soy, Dios.

Y recuerdo también a mi papá dándome el empujón en mis primeros años más pequeña, aún columpiándome, cómo no reír, cómo no agradecer. Sigo caminando más dentro del bosque y veo un caminito de piedras pintadas, y curiosamente, minuciosamente, empiezo a ver una por una, eran como unas 100 piedras pintadas, con distintos dibujos de todo tipo, pero me llamaron la atención tres de ellas, una era un caballo muy bien pintado sobre la piedra lisa, y se la mandé a mi hija. Galopa Camelia, así se llama su marca y como es terapeuta de caballos, siempre que me encuentro un caballo se lo mando para su Instagram. Otra piedra decía Jesús es la vida, Jesús rock, mayor verdad que eso, no hay.

Y luego vi una sonaja adherida a una piedra, con esas tiras blancas que les ponen a las maletas cuando las documentas y que no las abran. Pero más bien era un cuarzo grande blanco que decía: Move to the end, y la sonaja decía: bright starts, comienzos brillantes… para mí es un bello mensaje de la vida. Como si mi bebé desde donde esté, que segura estoy está con Dios. Bueno, para mí estar en la naturaleza y encontrarme con estos bellos mensajes me vuelven a la vida sin duda, y la interpretación pues se la da cada quien según lo que se esté viviendo.

Mis estimados lectores y lectoras, cuidemos nuestro medio ambiente, sin él nosotros no podemos existir, dejemos a nuestros nietos y bisnietos de más generaciones por venir un mundo mejor, y esto incluye ese cambio de formas de vida, como el reciclado, reutilizar, no comprar plásticos y cosas que no se degradan fácilmente, que no dañen, por lo menos ser esa gota de agua en el desierto, o esa gota en el mar, si cada ser humano lo haría si somos millones y millones se vería el cambio, y a las autoridades del medio ambiente qué han estado haciendo, es pregunta, hay muchas empresas que están contaminando, y siguen en funciones, por ejemplo, sin mencionar muchas otras cosas que se han dejado de cuidar.

Algunas sólo se enriquecen más y más… solamente… han de pensar que no les afectará pues ya no estarán en este mundo por su edad, tal vez. Pero sus descendientes sí, pero parece no importarles. Ahí lo dejo como reflexión. Y agradezco infinito a mis queridas amistades por esta bella oportunidad y cariño.

Un abrazo de luz. Su amiga, Verónica, Diosito por delante.

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