Opinión
Hace 3 meses
Nada nuevo bajo el sol: si sólo ganas uno de tus últimos 17 partidos, la afición se alejará de manera natural. El ‘resultadismo’ es más fuerte que la fidelidad, aún y cuando la idiosincrasia del club sea la cultura de la región.
Manifestar su desacuerdo con la gestión del equipo, a manera de protesta silenciosa o ley del hielo, es lo que ocurre en fechas recientes con los laguneros en su relación con el Santos Laguna. El distanciamiento entre directiva y fanáticos los alejó del Territorio Santos Modelo.
Sin embargo el pasado fin de semana el emblema verdiblanco que une dos estados y da sentido de pertenencia a una comunidad, experimentó uno de sus momentos más tristes de las últimas dos décadas: hubo más policía que aficionados en su entorno: 11 mil 241 personas. La tercera peor entrada entre los nueve juegos celebrados esa jornada.
A raíz del incidente de inseguridad que ocurrió en enero, luego de un enfrentamiento entre fanáticos al exterior del inmueble a la salida de un juego entre Santos Laguna y Rayados de Monterrey, extremaron precauciones esta vez. No obstante no hubo violencia, tampoco pasión. Ni en la cancha ni en la tribuna.
Sucedió en sentido contrario hace un año, también de forma genuina y orgánica: Algodoneros de Unión Laguna se volvió un fenómeno de masas luego de una temporada en donde llegaron a la Serie de Campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol en una ciudad eminentemente futbolera.
Entre 2023 y lo que va de 2024, Santos Laguna ha disputado 70 partidos, de los cuales ha ganado sólo 18. Cinco en el presente año. Es lugar 17 de 18 si sumamos los puntos totales en los dos torneos de 2024, además de ser el equipo que menos anota.
En la categoría femenil, con las Guerreras, es sencillamente el peor (ha acumulado hasta 27 partidos sin ganar y 102 goles recibidos en esa racha).
La plantilla disminuyó 50% su valor de mercado global en los últimos dos años, de acuerdo con Transfermarkt, plataforma y base de datos especializada en calcular el valor de los futbolistas profesionales inscritos en algún torneo de la FIFA, referente en la materia.
Las categorías inferiores no han vuelto a ser noticia como en su día lo fueron debido a su rendimiento y resultados positivos, sin ventas importantes ni surgimientos relevantes de la ‘cantera’ en los últimos años en una liga sin descenso ni ascenso, estancada en la mediocridad.
Por su parte la taquilla ha disminuido a la mitad, obligando a una comparativa entre los precios de las entradas versus la economía de La Laguna. ¿Es demasiado caro y monótono el deporte para mantenerse sin ayuda de subvenciones? Justo es decir que recibe 2.5 millones de pesos mensuales del Ayuntamiento de Torreón a cambio de mantener el espectáculo que sirve como distractor y válvula de escape para una sociedad históricamente reivindicativa.
En el Clausura 2024 (primer semestre del año) el promedio de asistencia a “La casa del dolor ajeno” fue de 18 mil personas. Lugar 15 de 18 entre los equipos de la Liga MX. En la categoría femenil ocupó la misma posición, al ingresar en promedio a 500 aficionados por partido. En el último año futbolístico no varía la posición.
Territorio Santos Modelo (TSM) es confortable y de primer nivel aunque sin la mística del Estadio Corona pese al apoyo gubernamental estatal en 2009 para su construcción (ese que no recuerdan los laguneros más fundamentalistas que reniegan de la capital y se acogen al separatismo regional) durante la administración de Humberto Moreira como Gobernador de Coahuila. Actualmente finaliza una disputa por los terrenos donde fue edificado, a la par de la presión fiscal del SAT a Orlegi Sports.
Ahora bien, a diferencia de antaño, el fútbol soccer ya no atrae tan fácil nuevos espectadores. Pasar 90 minutos (más descanso y tiempo añadido de reposición que con las revisiones del VAR linda las dos horas) frente a una pantalla de televisión (sin hacer el fenómeno de “la segunda pantalla” en el acto, es decir, sin monitorear simultáneamente vía celular o tableta otra cosa para llenar ese vacío, o sencillamente distraerse de la distracción) es una tarea casi imposible en la actualidad.
En cambio ir al estadio y mantener la atención durante 120 minutos, sin otro tipo de entretenimiento adicional, es casi una odisea en la era TikTok. Desplazarse, pagar y asumir costos añadidos, soportar un entorno agreste… a cambio de qué.
Cortita y al pie
Torreón es otra ciudad que hace del equipo de fútbol local su personalidad, por ello una crisis deportiva equivale a una crisis de identidad. Pero ahí viene Costco; el más grande de Latinoamérica, antes de concluir 2024. Un suceso que va de lo grandioso a lo grandote, parafraseando a Jorge Ibargüengoitia, y llega para ocupar una vacante en el ánimo social.
Los laguneros tendrán entonces un nuevo templo a dónde acudir para satisfacer el ritual de pertenencia al colectivo.
La última y nos vamos
El que tenga ojos para ver, que vea: se trata de arruinar para vender. Ajustar a precio de mercado un producto inflado por la especulación. Atraer inversionistas con el cebo de pesca ideal: el rendimiento a la baja; una oportunidad de negocio con potencial de crecimiento.
Por lo demás, bajar los decibeles. Despresurizar. Aminorar el efecto de una eventual marcha o manifestación en contra, como la ocurrida hace 20 años cuando Carlos Ahumada, entonces dueño, perseguido y huido, amenazó la existencia del equipo por problemas legales y financieros.
Ya que Santos Laguna se mantenga o no en Torreón como sede, es lo de menos en esa ecuación y cálculo comercial.
@luiscarlosplata
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