Hoy más que nunca debemos pensar en México. El reto más importante que tenemos enfrente quienes nos dedicamos a la vida pública es el de crear las bases para un desarrollo económico y social sustentable que revierta las condiciones de pobreza extrema que no ha podido combatir el Gobierno de López Obrador, de manera que los más agraviados económicamente accedan a las oportunidades que les permitan vivir libremente y con dignidad.
En el país sigue habiendo una gran desigualdad en la distribución del ingreso. Mientras que un cada vez más reducido grupo de personas posee una inmensa riqueza, millones de personas no pueden comprar los alimentos necesarios para desarrollar sus capacidades.
La educación es, junto con la erradicación de la pobreza, otro de los retos importantes para el país. La educación de calidad genera condiciones favorables para una vida mejor.
En México todavía la mitad de la población no termina la educación básica y solo la cuarta parte de nuestros jóvenes puede ingresar a la educación universitaria.
La salud en México ha colapsado, no solo por la pandemia que ha impactado a nivel mundial, sino porque el Gobierno federal ha sido incapaz de mínimamente garantizar el abasto de medicamento en los hospitales públicos.
La salud es la base para aspirar a mejores niveles de vida. Ningún esfuerzo en educación o empleo sería eficaz si la población no cuenta con condiciones de salud favorables.
Garantizar el acceso de toda la población a los servicios de salud es indispensable pues en México aún existen deficiencias en la cobertura de servicios de salud.
La reincorporación del seguro popular y la construcción de clínicas y hospitales de primer nivel son temas a los que ya no se les puede dar la vuelta, esto atenuaría la problemática.
Uno de los principios básicos de la economía social y que son expresión de la dignidad humana es la libertad económica que implica, entre otras cosas, la competencia, la libertad de elección de las personas, la garantía de sus derechos patrimoniales, incluido el de propiedad, y el trabajo como un espacio de realización humana.
La ausencia de competitividad en México señala graves deficiencias en el proceso de crecimiento económico. El gasto en capital físico por parte del sector público es crucial para detonar el desarrollo económico de una nación.
La inversión pública incrementa la productividad de la inversión privada y la complementa, lo que permite una mayor generación de empleos e incrementos en los salarios reales. Otro elemento de gran importancia para el progreso nacional es el respeto al estado de derecho y un marco institucional que se fortalezca.
La independencia e imparcialidad del sistema de justicia, la protección de los derechos de propiedad y la integridad del sistema legal son indispensables para el desarrollo. México debe esforzarse para eliminar la impunidad y administrar eficazmente la justicia.
Desde el Partido Acción Nacional como partido político humanista que postula el Desarrollo Humano Sustentable, siempre se ha buscado promover la participación libre y responsable de la ciudadanía para acceder democráticamente al poder, postula que la justicia y la equidad son los necesarios atemperantes de las desigualdades y cree en una economía de mercado en el marco de la responsabilidad social. Creo que siguiente esta ruta podemos tener el Mexico que soñamos.
Gerardo Abraham Aguado Gómez es miembro de Acción Nacional desde 2008. Exdiputado local en la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Coahuila.
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