Geolocalizar proveedores de insumos y procesos lo más cercano al consumidor final con zona horaria similar ha sido la estrategia de la industria a nivel mundial después de la pandemia. El origen del fenómeno nearshoring sin duda viene de los problemas en las cadenas de suministros y la crisis de materias primas durante la pandemia, lo que hizo que colapsara el armado y el abasto de productos en el mundo. Este fenómeno plantea un nuevo escenario comercial para México, buscando que muchas empresas transfieran sus operaciones comerciales al interior de nuestro país situando las plantas cerca del mercado al que proveerán.
Antes las ventajas competitivas de las empresas se basaban en mantener los costos de producción lo más bajo posibles, apoyados en una buena logística y en cadenas de suministros globales aun cuando la distancia del centro de armado fuera muy lejana, así nació el offshoring, el cual al día de hoy ya deja de ser opción. México ha ido ganando terreno como destino natural de empresas asiáticas, europeas y por supuesto americanas. Se estima que este fenómeno generara una economía de 78 mil millones de dólares este 2023 para América Latina.
En México los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED) ya muestran al nearshoring como un gran detonador en la economía y las finanzas del país, tanto en la reinversión de utilidades de las empresas y nuevas inversiones. Tan solo en el 2022 la inversión se elevó a 32.1 miles de millones de dólares y la creación de parques industriales creció exponencialmente, se habla de un déficit de 11 millones de metros cuadrados para naves industriales. En el corto plazo están en juego inversiones por 35 mil millones de dólares que buscan a dónde trasladarse, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
Las ventajas competitivas de México seguirán siendo su cercanía con Estados Unidos, la infraestructura industrial que ha desarrollado en los últimos años, la diversidad de transporte, mano de obra barata calificada y el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En el mediano plazo las empresas atraídas por el nearshoring a México estarían invirtiendo más de 12 mil millones de dólares en Monterrey, Saltillo, Ciudad de México, Tijuana, Ciudad Juárez, Querétaro, Guanajuato, Hermosillo, Mexicali y Guadalajara. ¿Cómo cambiará el mapa industrial de México? Ya lo estaremos viendo.
Notas Relacionadas
Hace 49 minutos
Hace 4 horas
Hace 15 horas
Más sobre esta sección Más en Coahuila