Con “bombo y platillo”, el Gobierno federal anunció –el pasado viernes 22 de noviembre del 2024–, una “purga” de funcionarios municipales mexiquenses, presuntamente vinculados con cárteles. A la ruidosa noticia difundida en tiempo real, a través de redes, le siguió un despliegue impensable –el sábado 23–, en las primeras planas de la llamada “prensa nacional”.
La noticia daba cuenta de la captura de la Alcaldesa de Morena en Amanalco, María Elena Martínez Robles y la detención, de forma simultánea, de un puñado de jefes policiacos de 11 municipios mexiquenses. Incluso, uno de los policías detenidos prefirió el suicidio, antes que pisar la cárcel.
El insólito operativo contra los “narcoservidores públicos” fue acompañado y aplaudido por miles de cuentas de redes sociales pagadas por Morena, en un claro intento por convertir “la purga” mexiquense en “una acción ejemplar” del Gobierno de la espuria Claudia Sheinbaum.
Más aún, no faltaron “los idiotas” que, en la “purga” mexiquense, vieron una similitud con el “michoacanazo” que, en su momento, ordenó el expresidente, Calderón, a solicitud del entonces gobernador Cárdenas Batel.
Lo cierto, sin embargo, es que el operativo mexiquense que exaltaron tanto el Gobierno federal, como los medios y las redes, no fue más que “una purga engañabobos”; una estratagema que no solo engaña a los ciudadanos sino que manda el mensaje mentiroso –a México y al mundo–, de que “la señora Presidenta” sí combate al crimen organizado.
Sí, una purga “engañabobos”, ya que el problema de la “narcopolítica” no sólo está en los municipios, sino en los gobiernos estatales y, sobre todo, en el Gobierno federal. Y los mejores ejemplos son gobiernos como los de Sinaloa, Guerrero, Chiapas, SLP, BC, Michoacán, Oaxaca… entre muchos otros, cuyos gobernadores son verdaderos jefes mafiosos al servicio de los cárteles criminales. Y por eso las preguntas.
¿Por qué los sabuesos federales no fueron contra la gobernadora Delfina Gómez, la jefa del grupo criminal del Estado de México? ¿Por qué no va el Gobierno federal contra los “narcogobernadores” de Sinaloa, SLP, NL, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Quintana Roo y muchos otros en donde las bandas criminales se han convertido en el poder político real?
La respuesta a las interrogantes arriba planteadas la conocen todos; porque Morena es un “narcopartido”, porque su dueño fue un “narcopresidente” y porque Claudia es la espuria “narcopresidenta”.
Y si lo dudan, desde el 17 de febrero de 2017 –hace más de siete años–, en el Itinerario Político titulado: “Morena y Delfina, las ligas con el narco”, revelé los intríngulis de la mafia de Morena con cárteles criminales.
Así lo dije: “Pero ¿qué creen? Sí, Resulta que junto con Citlali Ibáñez Camacho –motejada como Yeidckol Polevnsky y estrechas colaboradoras de AMLO–, la señora Delfina Gómez fue enlace directo del entonces líder del PRD, López Obrador, con toda la política en Guerrero.
(…) “Todos recuerdan a Yeidckol y a Delfina en negociaciones con Lázaro Mazón, con el depuesto gobernador, Ángel Ramírez, en abierto proselitismo a favor de los candidatos de AMLO a tal o cual puesto de elección popular y, por supuesto, las recuerdan como promotoras clave de la candidatura de José Luis Abarca a la Alcaldía de Iguala.
“Según muchos de los consultados, las dos mujeres fueron responsables, de manera directa, de “planchar” la candidatura de Abarca. Y una vez que “plancharon” la candidatura, llegó a Iguala López Obrador, para encabezar la asamblea popular en la que –a mano alzada–, fue impuesto Abarca, en medio de gritos y expresiones de rechazo que Obrador trató de calmar con su “autoridad moral”. Era el 12 de mayo de 2012.
“Y es que, en esa fecha, muchos habitantes de Iguala no sólo sabían y conocían la historia delictiva de Los Abarca, sino que habían padecido los secuestros, la extorsión y todos los efectos de la violencia que impuso la mafia de los Guerreros Unidos, en esa región del estado. Por eso, en la asamblea en la que AMLO impuso a Abarca, muchos exhibieron pancartas de rechazo, con la advertencia de que era un grave error. El candidato desplazado, incluso trató de entregar a AMLO un expediente de Los Abarcas. Los cercanos a Obrador lo impidieron.
“Lo curioso es que en medio de un pueblo que conocía a la perfección los estragos del crimen organizado y a los protagonistas de esa violencia, las señoras Yeidckol y Delfina no le informaron a López Obrador nada de ese malestar ciudadano. ¿Complicidad? ¿Simulación? ¿Ligas con el “narco”?
“Hoy, todos culpan al Gobierno federal por la tragedia de Iguala, mientras que AMLO es el candidato presidencial más aventajado y Delfina Gómez la aventajada candidata al Gobierno del Estado de México. ¿Esas son las alternativas electorales? ¿Hasta cuándo la farsa? Al tiempo”. (Fin de la cita)
En efecto, desde Palacio han iniciado una “purga engañabobos”. Y ahora la pregunta es: ¿Cuántos idiotas se creen el engaño? Se los dije. Al tiempo.
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