Negocios
Por Milenio
Publicado el sábado, 25 de enero del 2025 a las 01:45
Ciudad de México.- En su primer día como el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump no perdió tiempo en cumplir una promesa que hizo el año pasado: desmantelar lo que describió como un mandato para vender vehículos eléctricos en EU.
Donald Trump, quien dijo que eran necesarias ese tipo de medidas para salvar a la industria automotriz de EU de la “aniquilación total”, ordenó a su administración que elimine las políticas para vehículos eléctricos y deshaga las regulaciones que rigen la contaminación automotriz y los estándares de economía de combustible.
La directiva también pide a los reguladores que consideren eliminar los subsidios injustos que favorecen a los autos eléctricos sobre otras tecnologías. Las repercusiones podrían extenderse mucho más allá de Estados Unidos a los fabricantes mundiales de automóviles y de baterías.
Las políticas a favor de los vehículos eléctricos de EU han desempeñado un papel fundamental en el crecimiento de la industria, preparando el escenario para una perspectiva optimista. Se esperaba que el número de vehículos eléctricos en las carreteras estadunidenses alcanzará 27 millones para 2030 y 92 millones para 2040, según el análisis de PwC. Esa expansión también habría significado un impulso significativo para los proveedores de baterías para vehículos eléctricos, que se beneficiarían de la rápida aceleración del sector.
Las automotrices mundiales se apoyaron fuertemente en estos mandatos e incentivos, incluido el popular crédito fiscal federal de 7 mil 500 dólares, para reducir la diferencia de precios entre los vehículos eléctricos y los coches de gasolina.
En una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts se estima que los reembolsos por compra directa conducen a un aumento de 8 por ciento en los registros de vehículos eléctricos de batería nuevos por cada mil dólares de incentivo ofrecido.
Derogar por completo el reembolso de 7 mil 500 dólares para el consumidor no será algo sencillo, ya que se requiere una ley del Congreso. Pero Trump podría modificar fácilmente las pautas de elegibilidad de los incentivos, como realizar cambios en los requisitos de fabricación nacional y de abastecimiento y adquisición de componentes, lo que en efecto reduciría el número de vehículos elegibles para los incentivos.
Las acciones de los fabricantes de baterías en Asia, incluidos Panasonic, SK Innovation y LG Energy Solution, cayeron el lunes pasado, y las de LG bajaron 4 por ciento. Las valoraciones se mantienen significativamente más altas en comparación con el año anterior, con LG Energy que opera a poco menos de 100 veces las ganancias futuras, ya que los inversionistas se aferran a la esperanza de que el impacto de los cambios de política tardará en materializarse.
Es cierto que cualquier reforma regulatoria tardaría meses en concretarse, ya que es probable que surjan impugnaciones legales. Pero la velocidad a la que Trump delineó su dirección política sobre los vehículos eléctricos es suficiente para tener un efecto paralizante en un mercado que todavía depende de incentivos para sostener el ritmo actual de adopción, y donde las disrupciones de la política podrían hacer que se corra el riesgo de frenar la transición eléctrica.
Más sobre esta sección Más en Negocios
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia