Monclova, Coah.- Las bajas temperaturas ahuyentaron a boleros de la plaza Alonso de León, ubicada a espaldas de la Presidencia.

El frío perjudicó sus ingresos, que de por sí ya han sido mermados por la crisis que prevalece entre los obreros de Altos Hornos de México.

“Hay una cosa, que, muchas veces ellos, muchos ya no vienen por el tiempo de frío”, comentó Aurelio Montañez Castillo, uno de los tres boleros que decidieron desafiar al gélido clima matutino para ganarse algunos ingresos.

Para sortear el descenso en el termómetro, Aurelio dispuso una lona en su espacio de trabajo, para atajar el viento y además para brindar comodidad a sus clientes -y para la propia- incluso instaló un calentador eléctrico junto a su silla de bolear.

Junto a él había una silla vacía, de una compañera “que ahorita viene”, dijo, y del otro lado de la lona, sólo un compañero más -y el resto de los espacios sin ocupar.

“De aquí depende mi familia, dependen de mí”, dijo Aurelio, quien se ha dedicado a la limpieza de calzado durante 47 años. “De aquí salió para los estudios de mis hijos”.

Agrega, además que su esposa, ama de casa, sufrió la amputación de un pie por padecer diabetes y llevarle sustento lo motiva a seguir trabajando.

“Ahorita aquí somos como unos seis boleros, ya no somos muchos, como antes… aquí nomás estamos yo y una señora que está aquí, trabajando también en la situación como yo”, dijo, mientras recibía un par de botas y comenzaba a cepillarlas, trabajo por el que cobraría 40 pesos.

A pregunta expresa, estimó que en un día normal, con clima agradable, llega a ganar hasta 350 pesos en un día, pero en los días fríos, como ayer, las ganancias bajan a los 250 o incluso a los 200 pesos diarios.

Además, lamentó que la crisis de Altos Hornos ha mermado sus ganancias en general.

“Manejábamos el trayecto que (los obreros) tenían, y pues era mucha diferencia (en las ganancias)”, acotó.

“Ahorita ya merma la cosa, como le digo, ahorita tienes qué aguantar una cosa y otra (…) estamos a lo que nos dé Dios”, puntualizó, reiterando que esperaba trabajar hasta el anochecer.