Ciudad de México.- 1985 es el año en el que todo cambió: el 19 de septiembre un terremoto destruyó la capital mexicana, provocando la muerte de más de 10 mil personas. Tragedia que contribuyó al declive del PRI y el inicio de la era de la transición democrática. Siete meses antes, en febrero, el agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena fue secuestrado y asesinado por el Cártel de Guadalajara, lo que marcó la escalada del narcotráfico contemporáneo: una lepra social y política que ha generado cuatro décadas de violencia y barbarie en la nación.

Fue en ese mismo año cuando el Estado mexicano supo de la existencia de un joven terrateniente y pistolero que provocaba terror entre los campesinos de Sinaloa que protestaban en contra de las autoridades y la Secretaría de la Reforma Agraria: Ismael ‘El Mayo’ Zambada, quien a la postre se convertiría en el cofundador del Cártel de Sinaloa y uno de los criminales más peligrosos e infames en la historia no sólo del país, sino de todo el continente.

Así conoció la agencia de espionaje de México a “El Mayo” Zambada

La vida de Zambada es una vida ligada a la delincuencia, la tortura y el terror.

Documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), extinta y temible agencia de espionaje del Estado mexicano, revelan que la primera vez que se tuvo conocimiento del criminal sinaloense, o al menos la primera vez que se documentó oficialmente su existencia, ocurrió el 20 de junio de 1985, cuando integrantes de Antorcha Campesina acudieron desesperados a la Ciudad de México para acusarlo de extorsión, amenazas y otros crímenes, como la tortura.

Los campesinos, hartos de la persecución del criminal sinaloense, cerraron Insurgentes, cerca de Ciudad Universitaria, además de que repartieron volantes entre la población y estudiantes de la UNAM para buscar una solidaridad con su causa.

La ficha 009-028-002 de la agencia del espionaje mexicano expone que, de acuerdo a las denuncias de los antorchistas, el ingeniero Estanislao López, así como los campesinos Alfredo Murillo, Víctor Coronel, Prisciliano Landeros y Enrique Capaña fueron sacados violentamente de sus hogares, secuestrados y trasladados afueras de Estancias de los Burgos, un poblado localizado en Culiacán, por parte de un grupo de pistoleros comandado por Zambada, quien ese entonces era un terrateniente local.

Tras ser secuestrados, los hombres fueron torturados por ‘El Mayo’ y sus secuaces, quienes los amenazaron de muerte con la finalidad de que dejaran de pelear y exigirle tierras a la Secretaría de la Reforma Agraria, una dependencia del Gobierno federal, cuya sucesora en la actualidad es la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu).

Los expedientes de la DFS, sin embargo, no detallan si este grupo criminal comandado por Ismael Zambada operaba por órdenes directas del Gobierno federal o el Gobierno sinaloense.

De amedrentar campesinos… a ser uno de los ‘Reyes del Fentanilo’: el camino de Ismael Zambada

Estos archivos de la DFS de los años 80 constituyen la primera mención del ‘Mayo’ en documentos oficiales. En esa misma década,  tras la caída del Cártel de Guadalajara, Zambada fundó el Cártel de Sinaloa junto a Joaquín Guzmán Loera, Héctor ‘El Güero’ Palma y Juan José ‘El Azul’ Esparragoza Moreno.

Tras la detención de Guzmán en 2016 y su posterior extradición a Estados Unidos -donde cumple cadena perpetua- sus hijos heredaron el negocio y lo impulsaron de la mano del fentanilo, cuyo abuso se ha convertido en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años.

Los hijos de Zambada, por su parte, habrían empezado a tomar el control de las actividades que tenía su padre por su delicado estado de salud. Se cree que El Mayo sufre de diabetes.

Los descendientes directos de Zambada y de El Chapo (“Los Chapitos”) pertenecen a dos generaciones diferentes de traficantes con estilos distintos. El primero, es conocido por ser un narco de la “vieja escuela”, que evita el centro de atención y opera en las sombras. Los hijos de El Chapo, por el contrario, tienen fama de ser llamativos y violentos.

Ambos bandos han tenido una relación conflictiva desde que El Chapo fue extraditado a Estados Unidos en 2017.

En los últimos años, el Cártel de Sinaloa se ha convertido en el mayor objetivo de las autoridades estadounidenses, que han acusado al grupo criminal de ser el mayor proveedor de fentanilo a Estados Unidos.

Esas autoridades ofrecían una recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Zambada, que ahora luce derrotado y con los ojos llenos de angustia tras ser detenido el pasado jueves junto a Joaquín Guzmán López, hijo del ‘Chapo’, quien lo traicionó a cambio de buscar una mejora en las condiciones de vida de su hermano menor, Ovidio Guzmán, quien se halla recluido en Estados Unidos desde 2023.

Ismael ‘El Mayo’ Zambada: pistolero, narcotraficante, terrateniente, ganadero y agricultor. Rey del Fentanilo. Ahora prisionero de la nación más poderosa del planeta._Con información de Reuters y el Archivo General de la Nación.

Con información de Radio Fórmula