Por: Roberto Gómez Junco
Los dos que, junto con los multados, de antemano, se sabía que seguirían deambulando de la mediocridad hacia abajo, igualmente amparados por la ausencia de ese elemental mecanismo ascenso-descenso que tanta falta le hace a nuestro futbol, y que, por fortuna, parecen estar a punto de romper su dañino parentesco: el Querétaro y los Xolos
Terminó la fase regular del Torneo de Clausura 2025 y el recuento de los saldos resulta obligado.
Unos que ya cumplieron, otros que ya incumplieron y unos más que están pendientes de cumplir.
Además de las debidas evaluaciones de los respectivos equipos, con diagnósticos certeros en el seno interno que permitan aspirar a repetir las cosas cuando fueron bien hechas, y a modificarlas cuando no, desde afuera podemos entrarle un poco al terreno de lo subjetivo colocando a los dieciocho participantes en distintas categorías:
Primero, los equipos más productivos y cuya productividad y futbol han estado más o menos acordes con las expectativas generadas, de acuerdo con los respectivos proyectos y el correspondiente potencial: el Toluca, el América, el Cruz Azul y los Tigres.
Después, dos participantes que han cumplido con creces, con campañas por encima de las previstas: ligeramente los combativos Bravos, y sobre todo el sorprendente Necaxa.
Enseguida, tres equipos que necesitarán hacer algo más en la fiesta grande, como para merecer una calificación más o menos decorosa: el Pachuca, con sus alarmantes altibajos; el Monterrey, con una insuficiente mejoría en las jornadas finales, y el León, en picada y aparentemente noqueado por la multipropiedad y por la FIFA.
Las dos grandes decepciones con sus respectivos fracasos: el del San Luis, con una campaña radicalmente distinta a la anterior, y el de las Chivas, que ya cristalizó por segundo torneo consecutivo, con lo lastimoso que resulta ver a un equipo de tal importancia tranquilamente acostumbrado a fracasar.
Los Pumas, cuyo fracaso no ha sido oficialmente anunciado, pero parece estar en vías de serlo este fin de semana o el siguiente, en esa peculiar fase del Play In concebida para consuelo de los mediocres.
Los multados, cuya multa en realidad no se sabe si se paga ni a dónde va a parar, casualmente inmersos en una o dos de las malhadadas multipropiedades: el Mazatlán, el Puebla y el Atlas.
Los dos que, junto con los multados, de antemano, se sabía que seguirían deambulando de la mediocridad hacia abajo, igualmente amparados por la ausencia de ese elemental mecanismo ascenso-descenso que tanta falta le hace a nuestro futbol, y que, por fortuna, parecen estar a punto de romper su dañino parentesco: el Querétaro y los Xolos.
Y el equipo abandonado y también hundido en la nociva multipropiedad, que por culpa de dicho abandono terminó cristalizando la más desastrosa de sus campañas: el Santos Laguna.
Así van 10 de los competidores, y así se fueron ocho.
Y ustedes, estimados lectores, ¿qué otras categorías ven y dónde ubicarían a cada equipo?
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