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Coahuila

Dibujantes saltillenses triunfan en el extranjero

Por Carlos Gaytán Dávila

Hace 3 dias

Esta es la historia de una persona de cuna humilde, que alcanzó el éxito a través de una empresa netamente saltillense y operada por un centenar de artistas locales, que traspasó las fronteras del país, para demostrar en el extranjero el empuje y el arte de nuestra tierra.

Cuando inició como rotulista y dibujante de publicidad en paredes o muros, Eduardo Gutiérrez Aguilar sólo tenía unos cuantos pinceles, la escalera, reglas y escuadras para trazar las letras en las superficies. Todo lo cargaba sobre su espalda y ofrecía sus servicios a “los duros” comerciantes saltillenses, que no se anuncian ni en época de jauja, menos cuando las ventas bajan.

Fue tanto el empeño, la inteligencia y la capacidad demostrada en su trabajo, que logró fundar la empresa Impacto Visual, en la que colaboraron hasta 1997 unas 100 personas, entre rotulistas y dibujantes altamente calificados, todos originarios de Saltillo. Y fueron a dar testimonio de su calidad a España, Argentina, Estados Unidos y Canadá, desde luego, en gran parte del territorio mexicano, pues el presidente de la Coca Cola Company en Latinoamérica, llegó a la conclusión de que el personal de Impacto Visual de Saltillo era el mejor preparado para satisfacer las exigencias de la embotelladora en materia de publicidad en muros, paredes, estanquillos, entre otras superficies, como espectaculares y láminas de publicidad.

Eran los saltillenses los que manualmente dibujaban con más exactitud la botella de la Coca Cola, que parecía real, modelo que prácticamente dio la vuelta al mundo.

La historia laboral de Lalo Gutiérrez es como muchas de los que se han forjado desde abajo en la Universidad de la Vida. Trabajo como lavaplatos, ayudante de cocinero, empleado de una zapatería y obrero de la Compañía Fundidora del Norte, Cifunsa del poderoso consorcio de los López del Bosque. Una vez que lo corrieron de esta última chamba, porque llegó tarde al turno de primera hora, en que ni los lecheros andaban por la ciudad, accidentalmente o milagrosamente se enfrenta a la persona que le habría de cambiar el destino.

Antes había ya elaborado rótulos, pues para perfeccionar sus habilidades naturales toma clases con el maestro don Rodolfo Herrera, que muy bien le enseña el ABC del arte y lo encausa perfectamente en dicha actividad, que adopta como su modus vivendi.

El día que lo despidieron de la Fundidora, caminó sin rumbo fijo por la ciudad, pues la conciencia le exigía una respuesta inmediata: ¿cómo le vas a hacer para mantener a tu familia?

Llega a la Alameda Zaragoza y sigue por la calle Ramos Arizpe, al oriente, y antes de cruzar para llegar al arroyo del Pueblo, se topa con don Roberto Rodríguez Mayorga y le ofrece chamba como ayudante de rotulista para la embotelladora de la Coca Cola en Saltillo, Fábricas El Carmen, de los señores Arizpe y de la Maza.

Rodríguez Mayorga se sorprendió por la habilitad que Lalo tiene para dibujar la botella y rotular. Pronto se encarrila en el arte de la pintura publicitaria. Corre el año de 1984 y son sus compañeros otros dos jóvenes, Antonio Uribe y Humberto Gil Alvarado, ambos originarios y vecinos del bravo barrio de Santa Anita, al sur de la ciudad de Saltillo.

Se retira de Fábricas El Carmen. Antonio, Eduardo y Humberto deciden asociarse para cumplir todos los contratos con la embotelladora. Seis años después establece la empresa Rótulos Gutiérrez. Era su ayudante Ismael Ramírez y luego se une a ellos Humberto Gil. Fue tanto el éxito que algunos servicios no los podían atender. Tuvieron que contratar más personal y de ahí surge la idea de establecer una empresa de mayor envergadura.

Así nace Impacto Visual en 1997, donde llegan a laborar hasta 100 artistas del rótulo y el dibujo. A muchos de ellos Impacto Visual los lleva al extranjero para plasmar la botella de la Coca Cola, que eran tan real y tan calificada por los embotelladores de Estados Unidos, Canadá, Europa y América Latina.

 

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