La crisis migratoria que vive Coahuila es un fenómeno que demanda atención, políticas públicas desplegadas de manera efectiva y, principalmente, recursos económicos.
¿Pero cómo entender el enfoque humanístico de este proceso de movilización de miles de personas que llegan en autobuses, ferrocarril o caminando, con el único propósito de cruzar por Coahuila hacia Estados Unidos?
Para Lelio Mármora, director del Instituto de Políticas de Migraciones y Asilo (IPMA) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, en Argentina, más que una crisis migratoria el mundo está frente a una crisis política: “La migración en sí no es que haya aumentado. El problema es la respuesta de los gobiernos. Hay un incremento de la xenofobia, del prejuicio racista y un negocio electoral que está clarísimo”, sostiene.
Pero además del drama centroamericano, América Latina enfrenta otro éxodo masivo que se transformó en desafío migratorio para la región. La crisis que azota a la frontera de México con Estados Unidos ha llevado a una estrategia emergente y desde entidades que enfrentan la llegada de miles de personas, principalmente de Centro y Sudamérica y que demandan servicios básicos, atención médica, de seguridad, alimentación, asilo temporal, etcétera.
Ante la movilización que ayer provocó cierres y plantones en puntos del Centro de la ciudad y por parte de migrantes que llegan a Saltillo y que van hacia la frontera de Piedras Negras y Acuña, en Coahuila, el Gobierno se ha visto rebasado por el incremento en el número de hombres, mujeres y niños que intentan pisar tierras estadunidenses, luego de pasar por una serie de carencias, abusos y otras vejaciones documentadas en los medios de comunicación.
Sobre el tema, hace unos días, el Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, exhortó a la Federación y al Instituto Nacional de Migración (INM) para que los apoye en atender a las personas migrantes que fueron rechazados y en su camino rumbo a EU.
En conferencia de prensa, Colosio Riojas arremetió contra la Federación al calificar que, “nuevamente, brillan por su ausencia” cuando los migrantes solamente quieren llegar a Estados Unidos y no establecerse en México. Pero a los gobiernos locales no hay quien los ayude.
De ahí la importancia de analizar las necesidades de los desplazados, pues se requiere una cantidad de recurso para atender humanitariamente a los miles que pasan por Coahuila.
Pero, además, no hay dinero que alcance para apoyar lo que urge para las personas que en este momento cruzan por municipios de Coahuila. Ayer, la diputada María Eugenia Calderón presentó al pleno del Congreso del Estado un punto de acuerdo para exhortar al Gobierno federal y al Instituto de Migración para atender el tema. La propuesta finalmente fue considerada como urgente por las y los legisladores locales.
El éxodo de migrantes, la demanda de apoyo, la crisis humanitaria que enfrenta este segmento y la falta de atención de la autoridad federal es un fenómeno grave, en el que como sociedad es importante reflexionar.
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