Ciudad de México.- En una emotiva ceremonia realizada en la Basílica de Guadalupe, las cenizas de la cantante Dulce fueron despedidas por su familia, amigos cercanos y admiradores. La misa, presidida por Monseñor Efraín Hernández, quien también es rector de la Basílica, estuvo marcada por muestras de cariño y reconocimiento a su trayectoria artística.

Asistieron figuras como Rocío Banquells, Sugey Ábrego, Denisse de Kalafe y Arianna, junto a la hija de Dulce, Romina Mircoli, y su esposo Moisés. Las cenizas de la intérprete, resguardadas en una urna con forma de corazón, fueron recibidas con aplausos y expresiones como “¡Qué viva Dulce!” y “¡Vuela alto!”, resaltando el impacto de su legado.

Durante la homilía, Monseñor Hernández reflexionó sobre la partida de Dulce, señalando que su alma se encuentra bajo el amparo de la Virgen de Guadalupe y que se convierte en intercesora para quienes la conocieron y admiraron. La ceremonia culminó con un aplauso colectivo y palabras de despedida de sus seguidores.

La familia de la cantante optó por retirarse del lugar en privacidad, sin emitir declaraciones, mientras los asistentes continuaban rindiendo homenaje a la artista que dejó una huella imborrable en el ámbito musical y en los corazones de su público.