Por: Roberto Gómez Junco
La “Selección Mexicana” jugará hoy el primero de dos partidos de “preparación” en canchas sudamericanas.
Obligatoriamente entrecomillados lo de “Selección Mexicana” y lo de “preparación”, porque la reciente lista de convocados está muy lejos de conformar una auténtica SELECCIÓN, un genuino máximo representante de nuestro balompié de altos vuelos, y porque de nada sirve “preparar” a futbolistas que para nada estarán en la Copa del Mundo de 2026, como será el caso del 85 o 90% de los flamantes tricolores.
Si en condiciones normales suele abaratarse esa playera tricolor, con más razón ahora que a Javier Aguirre le redujeron al mínimo el margen de maniobra.
Entre los genios que programaron estos partidos en pleno arranque de los distintos torneos, tanto el de acá como los de los respectivos adversarios, y los equipos que se rehusaron a cederle sus jugadores al “equipo de todos” (eso sí entrecomillado siempre, porque desde siempre ha sido un equipo explotado y exprimido por unos cuantos), lo que resultó fue un engendro futbolístico al que no hay forma de maquillar para dejarlo presentable.
Y como tampoco puede esperarse una versión aceptable o consolidada del Inter de Porto Alegre hoy, ni del River Plate el próximo martes, entonces la buena idea queda destinada al basurero.
Porque sí es buenísima esa idea de enfrentar a domicilio a clubes sudamericanos de prestigio, para olvidarse un poco de tantos intrascendentes partidos que se programan en tierras estadounidenses con el objetivo primordial de conseguir más lana, pero siempre y cuando se les enfrente en el momento oportuno y con los jugadores adecuados, lo que ahora estará lejos de suceder, con encuentros a destiempo que deberán ser encarados por una improvisada escuadra nacional más cerca de la “C” que de la “B”.
Todo ello como consecuencia del enrarecido ambiente que prevalece en la FMF desde la abrupta salida de Juan Carlos Rodríguez, factor esencial para que se produjera la tercera llegada de Javier Aguirre a la dirección técnica de la Selección Mexicana.
Cómo no contó el Alto Comisionado con el suficiente apoyo de los inefables hombres de pantalón largo, su ambicioso proyecto quedó solamente en eso, y al mismo tiempo dejó, según parece, muy vulnerable la posición de Aguirre al frente de una Selección Mexicana de futuro incierto, para usar el primer eufemismo con el que podemos referirnos al desastroso estado de cosas.
Para los mandamases de nuestro maltratado futbol, menos mal que el negocio está garantizado desde aquí hasta el verano del 26, por lo menos. Pero en lo que respecta a la cancha no se puede augurar nada bueno con este tipo de “preparación”.
¿O cuánto provecho se le sacará al partido de hoy en cancha brasileña, y al del próximo martes en la argentina?
No se ve cómo sacarle mucho.
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