Nacional
Por Grupo Zócalo
Publicado el lunes, 30 de octubre del 2023 a las 04:20
Saltillo, Coah.- El programa para desastres que sustituyó al FONDEN sólo le ha servido a Coahuila para obtener despensas en algunas contingencias lo que pone en evidencia que el país está a la deriva y el Gobierno Federal sin capacidad de respuesta.
Así lo expresan los diputados federales Jericó Abramo Masso y Jaime Bueno, quienes coinciden en que si en estos momentos Coahuila resultara afectado por algún desastre natural, o cualquier otro estado del país, no habría un solo peso para atender la emergencia, mucho menos para una reconstrucción como ocurre actualmente en Acapulco, Guerrero, azotado por el huracán “Otis”.
En el 2021, el Gobierno de la 4T y los diputados de Morena decidieron pulverizar el Fondo Nacional de Desastres Naturales que contaba con un presupuesto permanente de 51 mil millones de pesos para cualquier tipo de contingencias.
En estos momentos el Fonden ya no existe y en cambio se contrató un seguro catastrófico por apenas 14 mil millones de pesos, que es manejado por el Gobierno federal, y que no alcanza para enfrentar grandes catástrofes, como la ocurrida el miércoles en el estado de Guerrero, con el huracán “Otis”.
Incendios, inundaciones, heladas y hasta tragedias mineras: los desastres que ocurren en Coahuila los resuelve el Estado con recursos propios, y el Gobierno federal aporta lo mínimo, señala Francisco Martínez Ávalos, subsecretario de Protección Civil estatal.
El funcionario aseguró que los fenómenos naturales que han ocurrido del 2021 a la fecha, como el incendio de La Pinalosa, las inundaciones de Múzquiz y las muertes de la mina El Pinabete, han sido afrontados con recursos de los municipios y el Estado.
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En lo que se refiere a recursos, de la Federación enviaron algunas despensas, alrededor de 100 o 120 despensas que entregó el Ejército Mexicano como parte del incidente en La Pinalosa; se utilizaron algunas mochilas que envió la Coordinación Nacional de Protección Civil, mochilas aspersoras, pero comparado con lo que es un Fondo para Desastres Naturales, pues fue realmente el Estado quien respondió”, dijo sobre el devastador incendio que consumió casi 4 mil hectáreas en la sierra de Arteaga.
De acuerdo con especialistas, para atender contingencias climatológicas y fenómenos naturales, como el que dejó el huracán “Otis”, se requiere un fondo mínimo de 270 mil millones de pesos que no existen.
Jericó Abramo planteó una iniciativa urgente para que se destinen por lo menos 10 mil millones de pesos para la atención inmediata del desastre en Acapulco.
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Morena desaparece este recursos con el falso debate de que el dinero estaba en fideicomisos bancarios y los únicos que ganaban eran los banqueros, siendo esto mentira, porque los rendimientos que daba el dinero que estaba depositado en las cuentas bancarias se reinvertía y se volvía a depositar en el Fonden, el cual ayudaba a tener una bolsa más grande”, mencionó.
Jaime Bueno advierte que entidades como Coahuila están en un estado de indefensión para enfrentar catástrofes naturales porque no son partícipes de una partida presupuestal. Todo se maneja a discreción por el Gobierno de la 4T.
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Ni el Estado y ni los municipios no son considerados en lo absoluto, el ejercicio es a través de las dependencias federales y bueno pues, sabemos que no siempre son las que están en el primer frente de batalla ante estos temas”.
En el caso del seguro catastrófico, este no cubre daños por incendios forestales, inundaciones o sequía, sólo se formaron para casos de huracanes y terremotos, por lo que es el Estado quien tiene que costear los daños.
Antes de su recorte, el Fonden tenía un presupuesto de 29 mil millones de pesos anuales, según lo reportado del 2013 al 2018; al 2021 contaba con un fondo de 51 mil millones, pero este 2023, tras su desaparición, el programa recibió apenas 17 mil 156 millones 826 mil 205 pesos.
Resuelve Coahuila con recursos propios desastres ocurridos en el estado
Para el ejercicio de este año, el Programa Fondo de Desastres Naturales tuvo un recorte de 21 por ciento.
Este programa surgió como sustituto del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el cual está en proceso de extinción por decreto presidencial y cuyo objetivo es aplicar recursos para mitigar los efectos que produzcan los fenómenos naturales en el país.
Aunque en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF), inicialmente tenía aprobados 17 mil 156 millones de pesos, al cierre del segundo trimestre del año, el monto autorizado se redujo a 13 mil 568 millones de pesos, 21% menos, según información de la Secretaría de Hacienda.
Previamente, al cierre del primer trimestre, ya había tenido un ajuste a la baja al pasar de 17 mil 156 millones a 16 mil 722 millones de pesos.
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El monto que tenía aprobado para 2023 ahora sí que es mucho más pequeño que el monto que ya tiene para poder usar ante estos desastres”, comentó César Rivera, investigador en Energía y Medio Ambiente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Señaló que en los primeros meses de este año, se registró un bajo precio del petróleo que afectó los ingresos del sector público y que obligó al Gobierno federal a hacer ajustes en el presupuesto.
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En ese contexto, tienen que modificar la bolsa del presupuesto y uno de ellos fue el del programa Fondo de Desastres Naturales”, comentó.
Para 2024, el programa recibirá un total de 18 mil millones de pesos, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).
Anteriormente, los recursos para mitigar efectos que produzca un fenómeno natural en México se aplicaban mediante el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que fue parte de los 109 fideicomisos que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó extinguir y cuya orden se materializó en noviembre de 2020.
Adriana Hernández, economista y consultora de Finanzas Públicas, señaló que el uso de recursos para desastres naturales en México, mediante un programa presupuestal, limita la aplicación de los mismos, ya que si no se ejercen, se deben regresar a las arcas del Gobierno federal, lo que no ocurría con el fideicomiso extinto.
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Si no te lo gastas al final del año hay que reintegrarlo a la Tesorería, y lo que hacía el fideicomiso (el extinto Fonden) es que si no se ejecutaba ese año, se guardaba ahí y así las entidades podían seguir disponiendo del recurso”, señaló.
Consideró que con el nuevo esquema, sólo se puede autorizar lo que hoy se pida y el siguiente año del presupuesto hay que ponerle otro monto.
En el caso de Guerrero, afectado por el huracán “Otis”, este año puede solicitar, por ejemplo, 500 millones de pesos, pero quizás ya no los ejerza todos porque el año está por terminar.
Rivera consideró que más que desaparecer, el Fonden debió pasar por un proceso de revisión para mejorar su operación.
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La discusión sobre si era eficiente o cuestiones de corrupción, era localizar lo que estaba mal y solventar ese problema, pero mantenerlo”, dijo.
Con información de: Maru Valencia, Estefanía González y Luis Durón
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