Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el jueves, 2 de enero del 2025 a las 04:01
Ciudad de México.- Entre diabólicas viñetas coloridas y representaciones de personajes importantes de la cultura mexicana, y mucho humor, transita México, La obra maestra del Diablo (Planeta), de Alberto Montt, una suerte de carta de amor que dedica a la idiosincrasia de este País. Nacido en Quito, pero de padre chileno, el autor tuvo una infancia rodeada de mexicanidades por estar expuesto a los productos culturales exportados por la industria de la televisión y la m˙sica.
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Desde muy chico, los domingos era acostarse en la cama de mi abuela a ver películas, y ahí empieza una idealización de México, como un anhelo, que obviamente la primera vez que vine a México dije: ‘Esto es, aquí pertenezco'”, compartió Montt, quien visitó el País recientemente para participar en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Estudió diseño gráfico, y desde el inicio de su carrera encontró en el humor y la sátira una oportunidad para manifestar lo que le apasiona, además de desarrollarse artísticamente.
Algunos de sus libros de ilustraciones, como Para ver y no creer (2001), Sólo necesito un gato (2019) y Ansiedad (2020), mezclan hechos con diversión, convirtiendo temas complejos en claras dosis de humor con observaciones agudas. Fue precisamente en una FIL de Guadalajara donde nació la propuesta de México, La obra maestra del Diablo.
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Hace unos años tuve una presentación de Mil Jóvenes donde tenía que hablar sobre mi obra, pero una vez que estuve arriba comencé a hablar de anécdotas que había tenido en México esa semana y sentí que la gente enganchó. Cuando bajé, mi editor me dijo: ‘øPor qué no haces un libro de esto?'”, contó el ilustrador.
Para él, desde la necesidad de sentir dolor al comer picante, a la clásica m˙sica regional de despecho y la enorme industria de productos para estilizar el pelo, los mexicanos viven con las emociones -y la vanidad- a flor de piel y sin temor, y ahí radica la inspiración de la obra.
Su conocimiento previo fue el gran precursor para recabar la información que lo ayudó a escribir el libro.
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Mis experiencias, mis vivencias, mis amigos, mi percepción… El proceso fue más una introspección que una b˙squeda fuera. Fue el cómo me hacía sentir México”. Sin desafiar el orgullo patriótico de los mexicanos, Montt construyó un diario de campo de la experiencia mexicana.
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Es un libro que habla de mi relación con los mexicanos, que termina siendo muy cotidiana”, compartió. “Difícilmente cae en estereotipos, pero sí cae en generalidades. Las categorías nos permiten comunicarnos como seres humanos. …stas suceden en base a n˙meros; yo hablo de n˙meros”, aclaró.
Como cerrando un ciclo de vida, el cariño hacia México que comenzó en su infancia, culminó en esta obra. “Todo el libro está escrito con muchísimo amor y respeto, y faltándole al respeto en los momentos que se sentía que se podía. Nunca me preocupó caer en clichés, porque el mexicano y la mexicana son mucho más complejos que eso”, señaló Montt.
México, La obra maestra del Diablo se encuentra ya disponible en las librerías del País.
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