En el medio de la aviación se usa este término para indicarle a una nave que si sigue como va, tendrá una colisión, el piloto, si no es suicida, hará los cambios necesarios.

En el caso de México, esa advertencia tiene ya seis años, y queda claro que el piloto tiene toda la intención de estrellar al país.

México no estaba en la gloria, el retorno de los priistas al poder mostró escenas escandalosas de corrupción, despacio se iban haciendo cambios que pudieran hacer más productiva o cuando menos, menos nociva la operación del gobierno.

El pecado original que arrastra el Gobierno mexicano desde 1970, es que gasta mucho mas de lo que recauda, en aras del populismo, por eso, no se atreve a cobrar impuestos a quienes menos perciben, pero, con sus acciones, les quita recursos a todos por medio de la inflación, devaluaciones y productos de gobierno ) electricidad, combustibles y servicio medico indirecto; por la insuficiencia del seguro, el ciudadano tiene que pagar medico y medicamentos de su bolsillo).

La destrucción y el caos, han sido desde hace siglos, negocio de terceros con poder, y esto obviamente lo es en México.

Trabajo incompleto, probablemente adrede, fue no tocar en los intentos neoliberales a PEMEX, CFE , IMSS y los sindicatos, al llegar al poder el grotesco populista del pantano, quiso volver al “paraíso priista” en el que los sindicatos hacían y deshacían, y Pemex era la empresa enorme en la que todas las sanguijuelas chupan, y CFE cobraba ad libitum.

Lo que cambió, fue la voracidad de los personajes, eso, sumado a una deuda externa crecida, y la disponibilidad inicua de crédito con los bancos internacionales y la deuda adquirida por medio ce CETES, aumentó en cinco billones la deuda externa- El juego de los números es soslayable, irrelevante, si no hubiera que pagar, y ahí es donde salta el problema.

Lo que se recauda, ni de broma es cercano a lo que hay que pagar.

Gobierno federal tiene como ingresos: IVA de operaciones de empresas y ciudadanos, IEPS de combustibles espectáculos y joyas, ISR de salarios, ISR sobre operaciones de las empresas. De CFE y PEMEX no recibe, tiene que pagar por la ineficacia de las paraestatales.

La suma de todo eso, no supera los dos billones y medio, y el presupuesto anual es de 9 billones de pesos.

Cualquier campesino, artesano, vendedor de servicios, o empresario, entendería que es inaceptable programar gastos que triplican los ingresos, y concluiría que lo correcto es recortar los gastos hasta que sean iguales o menores a la recaudación, y no le importaría que se lo lleve el demonio, por sudar calenturas ajenas.

No sentiría sosiego por ver que se le dan pensiones a ancianos, ni becas a haraganes, ni a mujeres que cargan con una bendición por su falta de cuidado.

La disponibilidad de crédito internacional se va agotando, ya dispusieron del dinero de los trabajadores del Infonavit, pronto quedara solamente el dinero de las pensiones, y nadie esperaría el menor decoro, cuando lo necesiten.

Percibiría un placer superior al orgasmo de estar equivocado, pero es poco probable