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¿Cuántos homicidios y cuántas extorsiones se valen, Presidenta?

Por Columnista Invitado

Hace 1 mes

Por: Juan Pablo Becerra Acosta

Lo vuelvo a preguntar, de otra manera: ¿cuántos homicidios en el país le parecen aceptables a la virtual Presidenta Electa?

¿Cuál es su meta?

¿Qué tanto deben descender los homicidios en México durante su mandato?

¿Qué número mágico tienen en la mente Claudia Sheinbaum y su futuro Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch?

¿Qué tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes les gustaría ver en 2030, cuando dejen el poder?

Y lo pregunto porque el Inegi dio a conocer antier las cifras preliminares de homicidios ocurridos en el país durante 2023 (los datos finales los tendremos hasta octubre, como sucede cada año), y aunque la tendencia claramente tiene una línea a la baja, me parece muy insuficiente lo conseguido.
Veamos:

En 2023 se registraron 31 mil 062 homicidios. Eso representa un promedio de 85 homicidios por día (85.10). En 2018, al final del priismo, se contabilizaron 36 mil 685, lo que daba un promedio diario de… ¡100 homicidios (100.50)!
Cien. Era una locura.

Negar que el descenso de 100 a 85 homicidios promedio por día es una buena disminución a nivel nacional para un sexenio como este, con tantos grupos delincuenciales envalentonados en varios estados de la república, y también en cientos de municipios que viven aterrorizados (pregúntenle a los chiapanecos), es una absoluta falta de honestidad intelectual, pero claramente es un resultado insuficiente. Inadmisible todavía. No hay manera de abrazarse de gusto por tal noticia.

Entonces, vuelvo a preguntar: ¿a qué dato se compromete la virtual Presidenta electa? ¿Cuál es su meta concreta, sin vaguedades? ¿A qué aspiran ella y García Harfuch cuando se sientan a hablar del tema? ¿O no tienen un objetivo claro sino una vaga disminución en mente? Unas cifras rotundas en cuanto al número total de homicidios, al promedio diario, y a la tasa por cada 100 mil habitantes harían bien para medirlos con precisión, no sólo a ellos sino a las gobernadoras y a los gobernadores que los acompañarán durante los próximos años.

Para evocar a su líder, a su mentor, ¿cuál es la Dinamarca de Sheinbaum en cuanto a seguridad? ¿A qué país se quiere parecer? ¿A Japón que tiene una población similar a la nuestra (125 millones)? Está difícil: el país asiático tenía en 2022 una tasa 0.23 homicidios por cada 100 mil habitantes, contra los

26.11 de México. ¿A nuestro vecino con el que compartimos las violencias del crimen organizado? Complicado: Estados Unidos tiene una tasa de 6.38. O quizá se proponen llegar a los niveles de Brasil, que tenía ese mismo año una tasa de 20.61 por cada 100 mil habitantes. Espero que no se conformen con igualar a Colombia y su tasa de 25.27, que sería una disminución pírrica desde nuestro 26.11.

Ahora bien, para ser brutalmente sincero, a mí desde hace tiempo me tiene sin mucho cuidado el número total de homicidios porque los grupos delincuenciales mexicanos jamás se van a dejar de matar. Perdón, pero es la verdad. No hay forma que se dejen de atacar. Su codicia es incontenible y no saben negociar entre ellos. Incluso cuando tienen pactos en cualquier momento un capo local enloquece de su machismo y desata una guerra atroz en la región.

Lo que sí me preocupa es la extorsión que cada vez afecta a más y más ciudadanos, a tantos miles y miles de inocentes, a decenas de miles de emprendedores que en todo el país pagan el infame impuesto criminal que impunemente establecen las bandas de huevones locales, que cada semana se tiran en sus hamacas o sillones y luego pasan a robar parte de los ingresos hasta del más humilde vendedor de gelatinas (playas de Acapulco).

Si Sheinbaum y García Harfuch emprenden una verdadera cruzada que contenga y reduzca este terrible delito que tanto humilla o agravia, y obligan a gobernadoras y gobernadores a hacer lo propio, se llevarán las palmas y agradecimiento de amplísimos sectores de la sociedad mexicana.
Si no lo hacen, todas las entidades acabarán siendo Tamaulipas de agosto del 2024, y todas las ciudades, Nuevo Laredo de hoy.

 

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