Parafraseando a Lilly Téllez, me pregunto quién le podrá decir algo así a Morena en junio de 2024:
“Sentados y callados. ¡y esperen sus croquetas!”.
¿Quién podrá ganarles? La verdad está difícil.
La encuesta electoral que publicamos en septiembre no deja dudas: Morena es amplio favorito.
Sheinbaum y Ebrard le dan tremenda repasada a los que suenan por la alianza: Zavala, Anaya, Del Mazo, De la Madrid o Creel. Ah, y también arrasa con nuestro posible Zelenskyy, Eugenio Derbez.
También le dan una patiza a Colosio Jr., de MC, inclusive si encabeza una macroalianza opositora.
La esperanza surge si Andrés elige a su paisano. Si Adán Augusto es el bueno, la elección está en empate técnico contra Colosio, porque los de la alianza opositora siguen fríos paleta.
Meléndez, pero estos careos son una simple fotografía y todo puede cambiar, dirán algunos. Por supuesto tendrían todita la razón.
Por un lado, el fin de sexenio no será fácil para AMLO y la 4T. Los abrazos seguirán demostrando su inutilidad y la inseguridad crecerá. La economía sufrirá la desaceleración global y la falta de inversión. Y bueno, el pleito por la sucesión será a muerte (la izquierda mexicana tiene genética peleonera) y el Tlatoani perderá poder.
Factores que pronostican turbulencia cuatrotera.
Pero ojo, otros operarán a su favor. Primero, la alianza opositora se resquebraja (ojalá tenga éxito Unid@s) y los partidos importan, pues sus estructuras territoriales pesan mucho en una elección.
Y segundo, AMLO hará lo imposible por mantener el poder. Seguirá atacando a instituciones independientes. Habrá dádivas al por mayor. Apachurrará y enterrará a opositores y críticos. Por supuesto, seguirá usando su púlpito para dividir, polarizar y promover su causa.
Ah, y que no se me olvide. Hablando de estructuras territoriales, Morena llegaría al 2024 gobernando 24 de 32 estados. Porque sí, tristemente son favoritos en 2023 en Coahuila y Edomex.
Regreso a la pregunta inicial: ¿quién podrá mandarlos a esperar sus croquetas? Y sí, hablo de una persona.
Sé que programa y experiencia debieran ser fundamentales, a fin de cuentas queremos un buen Gobierno.
Y sin embargo, muchas elecciones en tiempos de las redes sociales y la hiper comunicación las ganan candidat@s.
Las ganan disruptores. Las ganan los que hacen más ruido. Los que son más creativos. Los que capturan vetas y resentimientos de un electorado que quiere resultados inmediatos.
¿Quién puede ser el disrupt@r que saque a Morena?
Para mí, ningun@ de los tradicionales, batallarían para prender al electorado y serían blanco fácil para la 4T.
Quitemos pues a De la Madrid, Zavala, Creel, Del Mazo y Anaya (aparte lo meten al bote si regresa). Quito a Beatriz Paredes, que en otros tiempos habría sido una gran candidata. Hoy simplemente no tiene la fuerza de disrupción necesaria. Por supuesto, también elimino a todos los priistas: Riquelme, Ruiz Massieu, Murat y compañía.
¿Quiénes quedan? De los que veo ahorita, Colosio, Derbez y Lilly Téllez.
Cuentan que Colosio Jr. no quiere ser candidato. Está verde, habla como priista y aunque parta con ventaja, no sé si su campaña prendería. Lo de Derbez está aún más verde. Para mí, Lilly Téllez sigue siendo el caballo (yegua) negro.
Sin duda sería una fuerza disruptora, es muy buena y valiente al hablar. Conoce a Morena desde dentro. Siendo mujer, le puede decir sus verdades a Sheinbaum. Sin embargo, tiene muuucha tarea.
No la conoce el 66% del electorado (en comparación esta cifra para Ebrard y Sheinbaum es 32 y 40%). Debe cuidar su lenguaje, la línea entre agresividad y desquicio es tenue. Y necesita ampliar su caja de herramientas. Ya chole, no todo es el “narcogobierno”. Debe mejorar mensajes y propuestas, claro sin perder punch mercadológico.
Falta un escenario súper lateral: Ebrard. AMLO no lo elegirá. ¿Se atrevería una alianza opositora a elegirlo como candidato? ¿Estarían dispuestos a una contienda entre dos morenistas con tal de echar a AMLO y sus huestes?
Estas y otras preguntas deberán contestarse inteligentemente para tirar a Morena. Para que los que buscan mirar al pasado coman sus croquetas. Si no, nosotros tendremos que atragantarnos seis años más.
¿Quiénes serán los firulais en 2024?
En pocas palabras. “Sentado y callado, Napoléon”. Lilly Téllez
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