Todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos dado cuenta de lo que somos capaces de hacer o de crear, pero desde luego, antecede que antes de lo anterior; debemos tener una visión de lograr con ello, un objetivo, una meta o algo que deseamos obtener y sin duda alguna, viene de creer en ello, lo que hace que enfoquemos toda nuestra energía a buscar, perseguir y desde luego desear, hasta conseguirlo.

No me queda la menor duda que como seres humanos, racionales y desde luego pensantes: todos y cada uno de nosotros, somos capaces de conseguir todo aquello que nos propongamos, con sueños e ideales, sin embargo, al suceder situaciones, a lo largo de tu vida, que te estigmatizan, te marcan y todo cambia. Unos por creencias, otros por experiencias, pero lo mejor cuando somos niños, tenemos sueños, anhelos y todo es una visión sin malicia y de hecho los niños de manera natural están en estado alfa, muchos entenderán este último punto, para crear y desde luego creer.

En Primera de Corintios, en el capítulo 14, versículo 20, de la palabra, dice: Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

Lo anterior nos deja una gran enseñanza para seguir pensando como niños, pero en el sentido de creer, porque si no crees, no crearas.

Cuantas veces, traemos tantos proyectos e ideas, que no cristalizamos, porque son momentáneas, y en un momento de emoción, pensamos, nos llenamos de dopamina y con la firme idea de lograrlo, pero contamos a un familiar, a un amigo o incluso a la pareja o los padres y te dicen, ¡nombre!, “Como te vas a meter en eso”. Si esto o lo otro. Lo que ocasiona, que esa vocecita interior, te haga dudar y diga, que no lo lograrás y chanfle, se acabó la dopamina que produjo en ese momento de emoción.

En realidad, lo que sucede es que cuando le permites la entrada a esos comentarios o como lo mencioné, la vocecita, que en muchas ocasiones no deja de ser tu EGO, que te limita y desea que sigas en un estado de confort.

Que sucede cuando tenemos una visión, sobre algo que deseamos; se convierte en un anhelo, un sueño y buscar conseguirlo, sin embargo, debe llevar un grado de entereza, pero sobre todo poder anticiparse a diversas contingencias que se pudieran presentar.

Con lo anterior, nosotros hablamos de nuestros sueños y grandes proyectos, lo que produce mucha dopamina, en efecto, como ya lo mencioné, todo en vez de ponerlos en acción, esto es un arranque químico y desde luego tu cerebro, siempre te pedirá más.

Puedes estar hablando de tus sueños, lees libros, ves videos de motivación, te prendes, te motivas, incluso aconsejas a más personas, sobre el tema, en cosas que no haces. Reitero, todo es mucha producción de “Doña dopamina”.

Como podemos frenar esta falsa confianza? Primero busca reducir esa situación y enfócate en lo que realmente deseas o quieres lograr.

Deja de hablar de tus sueños y ponte en acción, deja de hablar de los libros que lees y aplica lo que aprendes.
Sé ejemplo, ya no des consejos, y deja de buscar reconocimientos y reconócete a ti mismo (a), como la persona más importante en tu vida, pero, sobre todo, cree en ti y tu capacidad, porque además de un propósito de vida, tienes gran inteligencia. Aplícala.

No esperes reconocimiento, que, de esperar, te desesperarás. Siempre se tú, el o la que aporte en la vida de los demás.

Genera dopamina de la verdadera, la que resuena en tu vida, busca hacer ejercicio, si no lo haces; medita, ponte en servicio de los demás, desde luego visualiza, has ejercicios de respiración y hay muchas técnicas más, que te ayudarán a generar autoconfianza para creer y crear. Trabaja en ti.

Hablando de esta variable muy importante, que intervienen en la vida de las personas, no sólo en el deporte.

Imagine usted amigo lector, previo a una competencia, previo a una cita, a una entrevista de trabajo o un examen, pero también para tomar una decisión importante, usted no crea en usted, obviamente no creara un ambiente de confianza en las personas que le vean, porque primero, se verá disminuido de energía, y vibrara bajo, lo que ocasionará que, en ninguno de los casos anteriores, tenga éxito, téngalo por seguro.

Es por eso que debemos, si no lo hacemos, a confiar en nuestras capacidades, lo que podemos hacer, crear y sobre todo creer que se puede lograr, pero con los pies en la tierra, no desde la trinchera del EGO, con madurez, entender y asimilar en que debemos mejorar, para tener una clara visión de lo que buscamos, pero también lo que podemos traer en el morral.

Desde luego, que creer es crear, y debemos aprender a dejar de lado las creencias limitantes con las que crecimos, nos formaron, o nos enseñaron, respecto a esta fundamental variable.

Cuando se atraviesan situaciones de la vida, donde tu vocecita, te replica: ¡No puedo! Háblate y dí que puedes lograrlo, que eres capaz, que tienes la capacidad, pero sobre todo que confías en ti.

Y Cada vez que suceda. Hasta que no siga insistiendo. Y aunque no es sencillo, las veces que sea necesario, hay que practicarlo, entrenarlo y automatizarlo, hasta lograrlo. Eso se llaman auto diálogos positivos.

Recuerda que tu punto de vista, crea tu realidad, no tu realidad crea tu punto de vista. Ojo con esto y es que la fe es la convicción del bien.

Y hablando de la fe. Otra cita muy relevante en la biblia, y que quizá no se le da la importante connotación, es que, si crees, lo harás., “Para el que cree todo le es posible”, plasmada en el libro de San Marcos, en el capítulo nueve, versiculo 23.

Pero ¿Porque es importante la autoconfianza? Porque con ella, crees más en tu capacidades, pero lo mejor, para poder crear cosas nuevas. Es por eso que creer te lleva a crear.

Imagine usted amigo lector, que salgamos a nuestro compromiso más importante, en el deporte o en la vida cotidiana, creyendo que vas a perder, que vas a perder el trabajo, que la chica o el chico que te gusta, te va a decir que no quiere salir contigo, o al ir a una entrevista de trabajo, con la idea de no obtenerlo. Pues, aunque no lo crea, existen muchas personas, que decretan y parecen imanes, que todo lo que no desean, les alcanzará.

Y como obra de arte, les llega. ¿Por qué?, lo están decretando, antes de iniciar o que se dé, y como consecuencia, lo atraen y aunque no sea en el momento, tarde que temprano lo adquieren, primero porque lo piensan y posteriormente porque lo dicen.

Recuerda estimado lector, que nuestro subconsciente, es muy obediente y no distingue, si tú le dices algo bueno o no. Lo que tu sientes o pienses y te hablas. Simplemente lo atraes.

Hay que decretar que te sucederán cosas buenas, para atraer cosas buenas, lo mejor de la vida, llama a las cosas, declarando como ya recibidas, como lo dice acertadamente en el capítulo cuatro, versículo 17 de Romanos, “Declarando las cosas que no son como si fuesen”.

¿Cómo podemos creer y crear?. Primero, no tengas miedo a equivocarte o al que dirán. Busca nuevas experiencias y no desistas, lucha por lo que deseas.

Háblate como un ganador y que puedes lograr lo que te propongas, aunque desconozcas las cosas que inicias, con practica lograras lo que te propongas, y has que tu mente crea que puedes lograrlo, porque tanto al decir que no puedes, como puedes, en ambas ocasiones tendrás razón, y tu cerebro lo asimilará.

Y aunque no son tareas sencillas, siempre con practica y con los pies en la tierra, no olvidando de dónde vienes y hacia dónde vas, seguramente, con todo lo anterior, podrás obtener lo que desees lograr. ¡Hasta la próxima!.