Ciudad de México.- Tras el hilo de reformas constitucionales aprobadas en el Poder Legislativo, el senador Waldo Fernández (PVEM) aseguró que tanto su partido, como Morena y el PT, cumplieron con la ‘voluntad’ del electorado para modificar la Constitución, la cual, añadió, no es un libro sagrado.

Grupo REFORMA publicó este domingo que los partidos de la ‘Cuarta Transformación’ aprobaron, en promedio, una reforma constitucional cada 15 horas; es decir, realizaron 16 modificaciones a la Carta Magna en 40 sesionesdel Congreso de la Unión.

“ Pareciera que pueden ser muchas reformas a una Constitución, pero hay que reconocer que la Constitución no es un libro sagrado, sino el reflejo permanente de la voluntad de las y los mexicanos”, declaró en entrevista. 

El senador indicó que, pese al promedio de aprobación, ninguna de las iniciativas llegó de improviso y fueron ampliamente discutidas.

Waldo Fernández detalló que estas enmiendas buscaban aprovechar el tiempo para también facilitarle su actuar a la titular del Ejecutivo federal en el año que está por iniciar.

“ Claudia Sheinbaum entró un par de meses antes y aprovechando este cambio de estafeta era importante preparar, de la mejor manera y lo más rápido posible toda la infraestructura legal que tenía que ver con el paquete de reformas constitucionales, como reformas simples y leyes secundarias”, dijo. 

En tanto, cuestionó los límites de la Oposición en el Senado para analizar una “buena ley”, pues aunque reconocen que el Poder Judicial, la Policía y el Infonavit operan bajo modelos que no han funcionado, no proponen una solución.

“ En cada votación en contra reconocían que cuando ellos estuvieron (en el Gobierno) no lo hicieron, entonces el tema aquí es, ¿cuánto es el tiempo prudente para hacer una buena ley o perfeccionarla bajo su óptica, porque bajo la nuestra es que estamos frente a un documento que tenía que generar agilidad al País”, insistió. 

Ve PRI retroceso legislativo

Por otro lado, el diputado priista Erubiel Alonso Que apuntó que el aval a las reformas provocó un retroceso legislativo, en el que la mayoría en el Congreso se aprovecha de la voluntad del electorado y fungen como obreros del Gobierno.

Acusó que existe una desarticulación en el Poder Judicial y a los organismos autónomos que le permitían al País tener más competitividad y transparencia, con el objetivo de que el Gobierno morenista pueda robar con licencia y opacidad.

En cambio, indicó que si la voluntad fuera elevar la calidad de vida de los mexicanos hubieran aprobado la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, eliminar el Fobaproa y fortalecer el sistema de salud para garantizar el acceso a medicamentos.

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