¿Alguna vez has pensado que porque dormiste mucho, descansaste de verdad?

Muchos hemos vivido en la creencia de que el descanso radica en la calidad del sueño, pero la realidad es que el descanso abarca muchas áreas que pocas veces atendemos. Descansar no es sólo dormir lo suficiente. Hay cientos de factores y alarmas que nos mantienen mental, física y emocionalmente en estado de alerta, los cuales nos impiden lograr un descanso de manera integral.

 

La cultura en la que nos encontramos de un alto rendimiento, nos lleva a vivir desde una alta producción, que conlleva a un cansancio y agotamiento crónico. Podemos llegar a sufrir un déficit de descanso por no escuchar lo que nuestro cuerpo nos está pidiendo a gritos.

 

Las personas debemos descansar bajo 7 ejes:

Físico, mental, social, creativo, emocional, espiritual y sensorial.

 

1. Descanso físico. El descanso físico puede encontrarse de forma pasiva o activa. Este consiste en dormir y tomar siestas. Mientras que el activo, consiste en hacer actividades como mindfulness, estiramientos, yoga-pilates, meditaciones, entre otras.

2. Descanso mental. El reposo mental es necesario para continuar productivo a un largo plazo. Para esto es necesario aprender a desconectar, o desenchufar la mente. Y esto solo se logra cambiando el foco, las tareas o las preocupaciones. Para este descanso se sugiere tomar 20 minutos cada 2-3 horas de una jornada diaria. Para caminar, estirar, incorporar un hábito saludable.

Cerrar los ojos, respirar…

3. Descanso social. Este nos invita a tomar consciencia sobre la calidad de nuestras relaciones. Ya que muchas veces algunas de ellas en vez de nutrir, agotan. Observa quién de las personas que más frecuentas te elevan o te drenan y date el permiso de llenarte y recargar tu energía. Aquí también incluye el vínculo con las redes sociales, que muchas veces nos hacen caer en esa dependencia. Establece límites para no perderte en esa vía social que también te desconecta de ti al estar tan conectado al teléfono.

4. Descanso creativo: Este descanso es necesario para poder innovar y generar ideas, para despertar la curiosidad o el pensamiento crítico. Este descanso creativo se desarrolla cuando disfrutas al aire libre, caminas sin un rumbo establecido, disfrutas música, lees, disfrutas del arte, de los aromas… estas pequeñas acciones aunque parezcan pequeñas, activan esa creatividad en ti.

5. Descanso emocional: Este se refiere a las cargas y exigencias que nos imponemos cada día. Nos apegamos a las formas que creemos en como deben ser las cosas, y este descanso radica en hablar y expresar, en dar salida a las emociones y gestionar mejor lo que nos sucede interiormente. Este descanso refiere a una sana gestión emocional y a darle salida a los sentimientos.

6. Descanso espiritual: Este descanso se refiere a esa paz interior. Eso que te conecta con Dios y que te permite sentirte contenido en un espacio donde sientes que conectas contigo. Hacer oración, hacer voluntariado, ayudar en alguna actividad. Ese servicio y esa entrega te carga de pilas y la sensación de dar de ti, siempre te llenará el espíritu.

7. Descanso sensorial: Las pantallas de la computadora, el celular, los ruidos que agotan… todo eso suele sentirse como una pesadez que no sabemos expresar. El dolor de la vista o el sentirnos “hartos” en ocasiones no sabemos de donde viene. Te invito a tomar pausas, cerrar los ojos un minuto y conectar con ty respiración. Gestionarte pequeños espacios nos ayuda a conectar con nuestro interior.

 

Detente y obsérvate en tu día a día.

¿De qué te sientes agotado?

¿En qué te sientes rebasado?

¿Qué hace falta que atiendas con urgencia?

Recuerda que aprender a darte y a gestionar esos espacios que necesitas también es amor propio, y ese amor propio se traduce en salud en todas sus formas:

Mental, emocional, física y espiritual. Date permiso de establecer qué te grita tu cuerpo, tu mente, tu espíritu, tu alma… y regálale esos momentos de descanso.

Vivirás más feliz, más en paz, y te darás al mundo con una mayor calidad.