El vehículo, diseñado para combinar seguridad, sostenibilidad y funcionalidad, fue utilizado durante todo 2025 por el ahora fallecido pontífice.
La tradición de Mercedes-Benz como proveedor oficial de vehículos papales se remonta a 1930, cuando el Papa Pío XI recibió un Nürburg 460 Pullman Saloon.
Desde entonces, la marca ha adaptado modelos como el 300 Landaulet para Juan XXIII o el icónico G 500 para Juan Pablo II, este último considerado el primer “papamóvil” moderno.
El nuevo modelo, basado en el Mercedes Clase G 580 con tecnología EQ, es el primero en prescindir de combustibles fósiles.
“ Hoy es un gran honor para nosotros en el equipo de Mercedes, entregamos un nuevo papamóvil y cumplimos casi cien años de tradición trabajando con el Vaticano”, declaró el director ejecutivo de la compañía, Ola Källenius, en el acto de entrega de las llaves del vehículo al Papa.
El vehículo fue desarrollado en las plantas de Graz (Austria) y Sindelfingen (Alemania), con cientos de horas de trabajo artesanal.
“ Creo que esto trae una nueva era de papamóviles”, dijo Källenius, que aseguró que el vehículo es “muy silencioso”.