Viena.-  La cancelación de los tres conciertos de Taylor Swift en Viena debido a una amenaza terrorista inminente ha dejado a miles de fans, conocidos como ‘swifties’, incrédulos y desolados, aunque aliviados de que se haya evitado una posible tragedia.

“ Compramos las entradas hace más de un año. En el momento (de conocer la cancelación) fue un disgusto, pero ahora estamos aliviadas porque podría haber sido una tragedia terrible”, relatan Bárbara, Laura, Celia y Ana, un grupo de fans españolas que reconocen estar asustadas por la situación en declaraciones a EFE en Viena.

Swift, de 34 años, tenía previsto actuar tres días consecutivos, del 8 al 10 de agosto, en el estadio Ernst Happel, que iba a albergar a unos 170 mil asistentes al ‘The Eras Tour’, con entradas completamente agotadas.

Desolación, miedo y alivio entre los fans

Los seguidores de la artista acudieron ayer, miércoles, con un espíritu festivo a recoger los productos promocionales que acompañan a las entradas VIP, comprar camisetas o pósters, fotografiarse en el lugar e intercambiar las icónicas pulseras de la amistad de los ‘swifties’, que es como se conoce a los seguidores de la artista.

El ambiente de nerviosismo previo a la actuación, especialmente esperada en Austria al ser la primera de la cantante en el país alpino, ha dado paso a la presencia de personal de seguridad, puestos de comida cerrados y trabajadores que desmontan el espectáculo.

Muchos de los asistentes, que llegaron de distintas ciudades y países, ahora ven sus sueños truncados por un plan de atentado suicida que, según las autoridades, era inminente.

“ Es súper trágico, pero me alegra que hayan detenido y encontrado a estas personas”, comenta a EFE una joven de Dinamarca que, junto con su amiga, invirtió unas 10 mil coronas danesas, unos mil 300 euros, en alojamiento, vuelos y entradas.

‘Cornelia Street’, punto de encuentro para los ‘swifties’

En honor a la canción ‘Cornelia Street’, del álbum ‘Lover’ (2019), los seguidores de la cantante decoraron las ramas de uno de los árboles de la calle Cornelius de Viena con pulseras hechas a mano, una popular iniciativa durante la gira que ahora sirve de espacio de encuentro.

La acción, organizada por un club de fans local, ha permitido días antes de los conciertos el intercambio de estos coloridos brazaletes, personalizados con las letras de la superestrella.

Tras los últimos acontecimientos, en este rincón y en el centro de la capital, ha continuado el intercambio de pulseras, pero también el canto conjunto de canciones como ‘Blank Space’, ‘Exile’ o ‘Fortnight’, emulando el viaje que la propia Taylor Swift realiza sobre sus eras musicales.

El miércoles, antes de conocerse el operativo antiterrorista, ‘swifties’ se reunieron en el parque de atracciones Prater para crear estos brazaletes y cantar en un picnic que reunió a decenas de personas.

Estos lugares no han sido los únicos en los que se ha dejado notar la breve presencia de la estrella estadounidense, también en las puertas del hotel Rosewood, donde supuestamente se hospeda la cantante, los fans se han congregado con la esperanza de verla y han entregado a los empleados sus pulseras hechas a mano.

Cancelación por la amenaza terrorista

El equipo de Barracuda Music, organizadores de la gira en Austria, informó el miércoles de la cancelación de los conciertos tras la detención de tres presuntos yihadistas que planeaban atentar en el estadio Ernst Happel.

“ No tenemos otra opción que cancelar los tres espectáculos previstos por la seguridad de todos”, explicaron en un comunicado, informando también del reembolso de las entradas en los próximos diez días laborales.

Este jueves, los organizadores reiteraron que habían tomado la decisión correcta.

“Se ha evitado una tragedia”, declaró el ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, que informó de que el principal sospechoso, de 19 años, tenía la intención de hacerse inmolar este jueves o mañana frente al estadio con la intención de matar al mayor número de personas posible.

Según los investigadores, existen tres detenidos, el cabecilla, de 19 años, un segundo sospechoso de 17 años que había sido recientemente contratado como integrante del dispositivo de seguridad privada del concierto, y un tercer menor de 15 años.

Los detenidos se habían centrado en los planes de atentado desde finales de julio y el joven de 19 años había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

En la confesión de este yihadista se indica que, además de atentar con explosivos, pretendían atacar con armas blancas a los seguidores de Swift a las afueras del estadio.

El servicio de inteligencia interna (DSN) indica que no hay más sospechosos huidos, pero es posible que gente del entorno de los arrestados supieran de sus planes, por lo que la investigación sigue en curso.