Coahuila
Hace 1 semana
Todo gremio busca conservar y transferir la herencia profesional y la Federación Iberoamericana de Abogados (FIA), organiación de formación democrática, transmite conocimientos jurídicos para marcar el camino a la superación social, acompañada de la jurisprudencia y de los nuevos retos del ejercicio laboral. Hacer alianzas estratégicas es potencializar el conocimiento para alinear las experiencias profesionales de lo local a lo global.
La semana pasada se llevó a cabo el Congreso internacional de la FIA, Centroamérica 2025 en el colegio de abogados de Costa Rica, con ponencias de personas juzgadoras, criminólogos, mediadores, notarios públicos, peritos, académicos y abogados del ejercicio libre de la profesión de Costa Rica, El Salvador y México. La República de Costa Rica tiene una importante tradición jurídica, que se ha caracterizado por su compromiso con el Estado de derecho, con los derechos humanos y con la democracia; es sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, institución judicial autónoma que aplica e interpreta la Convención Americana y cuenta con el colegio de abogados que vela por los derechos de las y los agremiados para garantizar el debido ejercicio profesional, vigilar la ideoneidad y el decoro de sus integrantes y para garantizar a la sociedad costarricense la calidad, la excelencia académica y la práctica ética de las y los abogados a través de la colegiación.
Desde este espacio, agradezco al presidente de la FIA, el incansable Paco Morales Olvera y al Consejo Directivo Central de la Federación, la deferencia a mi persona de nombrar al Congreso con mi nombre, un alto honor inmerecido, que nos compromete con la vinculación internacional, con el estudio del derecho comparado y con la fraternidad profesional. Tuve la valiosa oportunidad de participar en un conversatorio de derecho notarial con colegas de los países participantes y además expuse el tema “Humanización del Derecho”: Durante miles de años nos han enseñado que la representación de la justicia, es decir nuestra querida Themis, lleva una venda en los ojos para ser imparcial en sus decisiones. Mi intervención versó en levantar la venda de los ojos a la justicia para humanizar el derecho, porque el cambio es la única y constante en la vida y es mandato en el derecho para transformar los desafíos en oportunidades.
Sostenía Charles Darwin, naturalista inglés, del siglo 19, que “No es la especie más fuerte la que sobrevive, sino las más inteligente, la que mejor responde a los cambios” y sostuvo el científico más importante del siglo 20 Albert Einstein, que “la mente es como un paracaídas… solo funciona sin la tenemos abierta”. En la sociedad y en el derecho sucede lo mismo; cada generación necesita un cambio, para vivir y para interpretar su realidad. Hay cambios que surgen de la ignorancia pero otros cambios surgen del conocimiento. El derecho ha cambiado pero sigue siendo el mismo sueño: una esperanza de edificación social donde vivir plenamente la justicia, la verdad, la dignidad, la paz y la felicidad.
La ley no tiene rostro, pero los destinatarios de las soluciones judiciales si lo tienen. Los nuevos problemas no se resolverán dogmáticamente porque son una ocupación filosófica superior a toda ideología.
Es tiempo de cambiar paradigmas y símbolos, es tiempo de que Themis, levante la venda de sus ojos y tenga claridad del alcance de la justicia que busca impartir.
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