Ciudad de México.- La artista multidisciplinaria Gilda Revueltas se suma a la conmemoración del 50 aniversario luctuoso del pintor español Pablo Picasso (1881-1973) con la presentación, por primera vez, de una serie cubista que exhibe en la galería Cardoza y Aragón de la librería Rosario Castellanos del FCE, como parte de la muestra Opus 23, reflexiones sobre el cubismo.

“

Decidí sumarme a los homenajes enseñando por primera vez mi obra cubista y haciendo una reinterpretación a partir de mis viejos bocetos cubistas. Como el cubismo privilegia la forma sobre el color, y yo soy colorista, incorporé el color al cubismo con una perspectiva mexicana y femenina. En esta exposición muestro también cómo evolucionó el cubismo en mi obra hasta llegar a un minimalismo geométrico”, detalla la también poeta y cineasta, formada como antropóloga social, pero dedicada al arte.

Revueltas recuerda que el acercamiento a la primera retrospectiva de Picasso en Nueva York, en 1980, la impresionó tanto, que estudió la exposición días enteros.

“

Picasso hizo una profunda revolución en la pintura. Con el cubismo liberó la forma a través del movimiento de las geometrías, llevándonos a otros espacios, a otras dimensiones”, plantea la autora de los poemarios Estaciones en ascenso a la montaña y Pétalos de viento.

Mientras terminaba la carr era en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), acudía de oyente a la Academia de San Carlos, y en 1981 ingresó a la entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP).

“

Pero me frustré porque solo nos enseñaban la academia; un pequeño grupo de amigos y yo rentamos una casa cerca de la escuela, en San Mateo. Montamos un taller y nos pusimos a estudiar por nuestra cuenta el cubismo. De ahí surgió la serie de obra cubista que muestro en esta exposición”, revela.

Si bien su interés por el arte antecedió a Picasso, el acercamiento a la plástica del malagueño fue, además de asombroso, decisivo para la ruta de su creación, relata en entrevista.

“

Cuando vi la exposición de Picasso se me rompieron todos los esquemas. Me inspiró muchísimo, sobre todo a explorar nuevas rutas, nuevas vías, a interesarme en la experimentación”, abunda.

La exposición, con una combinación de obras recientes y obras pintadas en su juventud, refleja ese ímpetu por la experimentación, al integrar, por ejemplo, películas y videoarte, que Revueltas define como pinturas en movimiento. También se hace patente en piezas que apuestan por los colores ópticos, aquellos que no están en los cuadros sino que se producen en el ojo, como color complementario.

“

Estos surgen después de ver detenidamente un cuadro y, por otro lado, en vez de destruir la forma, como hace el cubismo, decidí construir nuevas dimensiones a partir de elementos geométricos minimalistas”, explica la artista, cuyas exploraciones se han guiado siempre por la búsqueda de la luz y del color.