Usted no me dejará mentir respecto a que a los licenciados en Derecho se les han inventado un sin número de chistes, anécdotas judiciales, memes y hasta falsos problemas legales; de ahí que, quizá sea la profesión que más obliga al agremiado a forjar el carácter para lograr ejercer con eficacia su labor.
Una de las frases que se le atribuyen a Benjamín Franklin, es la siguiente: “Un abogado es un profesional cuya principal función es proteger a sus clientes de otros abogados”.
Si bien es cierto que, no todos los abogados somos grandes lectores, y que en realidad muchos no lo son, también cierto es que, en su inmensa mayoría los abogados se preocupan por estar bien informados ya que este ingrediente les ayuda a llegar acompañado de su razonamiento, buen criterio y astucia a conclusiones o soluciones creativas y bien sustentadas, a las que muchos otros jamás podrían llegar desde otra profesión.
De ahí el adagio o sentencia breve que reza: “nunca y por ninguna causa subestimes a un abogado”. La anterior reflexión se hace necesaria para entender por qué la reforma judicial está a punto de fracasar.
Y es que, por si usted no sabe, a pesar de las súplicas a los abogados para que se inscriban, hechas por la misma Presidenta de la República, la presidenta nacional del partido Morena, el líder del Senado, el de la Cámara de Diputados y la asesora jurídica del Gobierno federal, estos las han desdeñado.
Hasta hoy sólo hay 2 mil 600 abogados registrados, con su proceso concluido, para ser los futuros candidatos a jueces, magistrados y ministros, por causa de la reforma judicial promovida por los de Morena y sus aliados, cuando la meta era tener por lo menos, 15 mil licenciados en Derecho registrados para el próximo 24 de noviembre, fecha en que vence la convocatoria.
Tan grave es la situación que enfrenta la reforma judicial, que de mantenerse así las cosas, se corre el riesgo de que el día de la elección existan lugares que no tengan candidatos, o que sólo tenga uno, lo que los llevará a no poder elegir a los mejores perfiles de esos lugares, o que de plano, sea imposible elegir a uno.
Así pues, como medida emergente y bajo la excusa del tiempo por perdido por causa de las suspensiones dictadas por jueces federales, en la última sesión del INE, su presidenta, también de afiliación morenista, propuso al Poder Legislativo que no se lleve a cabo la elección el día primero de junio del 2025 sino 90 días posteriores o más.
Es evidente que será imposible alcanzar la cifra que se necesita para estar en condiciones de celebrar la elección de personas juzgadores, en términos de la reforma judicial, ya que como lo dije se necesitan a 16 mil 230 candidatos porque la reforma planteaba dos elecciones, que era partir por la mitad al Poder Judicial, una elección el 2025 y otra en el 2027, pero cada poder de la unión tiene que tener 5 mil 410 candidatos entre ministros, magistrados y jueces de Distrito.
Pues bien, a pesar de que en México, según el Inegi, existen 442 mil abogados, lo que suponía haría sumamente fácil alcanzar la meta, hasta ahora solamente el 1.1% de los abogados mexicanos se han inscrito, y es que, quizá lo que no contemplaron los creadores de esta reforma, es que, precisamente serían los informados y astutos abogados los protagonistas de la misma, y a estos jamás les preguntaron. ¡Así las reformas del Bienestar!
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