“El precio de la grandeza es la responsabilidad”, reza una cita de Winston Churchill, político, militar, escritor y estadista británico. Y la responsabilidad -valor tan importante como necesario- debe ir siempre acompañada de acciones para lograr el éxito.
La persona puede ser responsable en los deberes asignados, pero si además disfruta lo que hace o está en su naturaleza compartir sus conocimientos, logra un crecimiento mayor como ser humano.
Tal ha sido el caso de quien, hasta hace unos días, estuvo al frente de la Comandancia de la 47 Zona Militar, general de brigada, D.E.M. Fidel Mondragón Rivero, quien llegó a nuestra ciudad -Piedras Negras- un frío día de invierno del 2023.
Breve tiempo, apenas año y medio, pero desde su arribo a Coahuila fue “sembrando” para dejar su huella, quizás aún sin proponérselo. Eso es lo que les da grandeza a las personas: el trabajo, las decisiones y acciones que se lleven a cabo, así como la sencillez, humildad y sin protagonismos y que redunde en un beneficio colectivo.
Le tocó al general Mondragón conocer la antigua Guarnición de la Plaza, la cual se encontraba a unos metros del puente 2, mismo que conecta las ciudades fronterizas Piedras Negras-Eagle Pass. El crecimiento de la ciudad hacía necesaria la ampliación de una vía importante de comunicación, por lo que se presentó un proyecto que incluía desaparecer el viejo edificio de la Guarnición.
Al haberse aprobado el proyecto se procedió a la construcción de nuevas y modernas instalaciones militares que posteriormente fueron inauguradas con la presencia de los altos mandos de SEDENA y autoridades del estado, locales e invitados especiales.
He de decir que cuando observé el terreno vacío, solo, que albergó por muchos años la antigua Guarnición, sentí un dejo de tristeza y los recuerdos se asomaron a mi mente. Ese lugar lo conocimos muy bien un grupo de amigas y yo por nuestra amistad con la hija de un militar de alto rango de una época ya lejana; una linda época de juventud y de estudios.
Al recordar, parecería que fue “ayer” pero no, el tiempo ha pasado y aunque ya suman muchos “ayeres”, me doy cuenta de que lo bello perdura no solo en la mente sino en lo más importante, en el corazón. Los edificios, grandes o pequeños podrán desaparecer, pero nunca una maquinaria será capaz de destruir los recuerdos.
Volviendo a mi relato, el general Mondragón, es egresado del H. Colegio Militar, Diplomado del Estado Mayor, con Doctorado en Educación. De tal manera se comprende su interés por compartir sus conocimientos lo mismo ofreciendo una conferencia en un grupo de estudio, que asistiendo a un centro escolar atendiendo una invitación para participar en el saludo a la Bandera. Y como buen militar, con esa formación extraordinaria que ellos tienen, transmitir el orgullo de rendir honores a nuestros Símbolos Patrios.
Un detalle que recuerdo con emoción fue cuando se dirigió a un grupo de jóvenes con quienes compartió tres recomendaciones para poner en práctica en su vida. Aunque esas recomendaciones sirven muy bien para todos, chicos o grandes.
1.- “Lo dijo un director: El final depende del principio; si yo en el día de hoy, desde el primer día me empeño en mis estudios, seguramente que al final del día, al final del mes, al final del año, mis notas en calificaciones van a ser excelentes”.
Muy cierto, significa que, si nos empeñamos en realizar algo, debemos imprimir entusiasmo, calidad, a todo lo que emprendamos y que sea desde el inicio. Así la recompensa se irá reflejando en los pasos que demos hasta llegar al éxito. Tenacidad y perseverancia; nunca darnos por vencidos.
2.- “Siempre pensar que tenemos un país muy importante, un país muy grande, con Símbolos Patrios; y cuando cantemos el Himno Nacional, lo hagamos con todas nuestras fuerzas”.
¡Qué gran verdad! Debemos siempre sentirnos orgullosos de ser mexicanos y honrar nuestros Símbolos Patrios. Es una tristeza que se haya retirado la materia de Civismo, tan importante y necesaria; hoy más que nunca.
3.- “Siempre que lleguen a sus casas denle un abrazo a su mamá y a su papá; es un gran código. Quien así proceda será el mejor alumno de esta escuela, el mejor alumno del país”.
Yo agregaría, que quien ama y respeta a sus padres, crecerá siendo mejor persona cada día y con el tiempo llegará a ser mejor ser humano. Porque el individuo que privilegia a sus padres, siempre se distinguirá en sus acciones donde quiera que se encuentre.
El general Mondragón ha dejado huella en nuestra ciudad. Además de cumplir con sus importantes deberes como comandante de la 47 Zona Militar, lo vimos encabezar con nuestras autoridades, desfiles y ceremonias conmemorativas. Además, compartir su tiempo con estudiantes llevando siempre un mensaje positivo y alentador a nuestros niños y jóvenes.
Fue excelente anfitrión en un Concierto de la Banda de Música de la XI Región Militar, como parte de los festejos del “Bicentenario del Heroico Colegio Militar”. Tuvimos el privilegio de escuchar dos interesantes conferencias en nuestro Taller de Historia para Damas y presenciar la exposición de los 200 años del Colegio Militar, su Alma Máter.
Lo más importante, es que gracias a la excelente relación que mantuvo con las autoridades y al trabajo en equipo, nuestra ciudad es una de las más seguras del país, ocupando el segundo lugar.
“Me llevo a Piedras Negras en mi corazón” me dijo al despedirnos.
El nombre del general Fidel Mondragón Rivero siempre será recordado con afecto y gratitud. Éxito en su nueva encomienda. Dios lo bendiga.
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