Vida
Publicado el lunes, 30 de diciembre del 2024 a las 15:35
Ciudad de México.- La principal amenaza para la salud humana durante una tormenta solar, podría estar relacionada con la radiación ionizante. Este tipo de energía tiene el potencial producir cambios químicos en las células y dañar el ADN.
Este 2024 está a punto de terminar, pero no sin antes regalarnos unas últimas sorpresas. Se espera la llegada de una fuerte tormenta geomagnética solar para este 31 de diciembre, alertó el Centro de Predicción de Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Esta enorme bola de plasma que expulsa el Sol impactará a la Tierra durante las primeras horas del último día del año.
Cabe recordar que son estos eventos los que producen las auroras boreales, visibles principalmente en los polos de la Tierra a consecuencia del campo magnético terrestre. En palabras más sencillas, cuando los vientos solares “golpean” al planeta, interactúan con dicho campo y se genera este espectáculo de luces.
Vale la pena puntualizar que este año, en mayo, fuimos testigos de una de las tormentas geomagnéticas más fuertes de las que se tiene registro. El evento fue tan potente que provocó auroras boreales en latitudes donde no son visibles normalmente, como en algunas regiones de Estados Unidos.
Sin embargo, no se espera que la tormenta pronosticada para este martes sea igual de fuerte que la de la primera mitad del año.
¿Qué es una tormenta geomagnética solar y qué efectos tiene en nuestro planeta?
La NOAA define a las tormentas geomagnéticas solares como una importante perturbación de la magnetosfera terrestre que se produce cuando hay un intercambio muy eficiente de energía del viento solar hacia el entorno espacial que rodea la Tierra.
Asimismo, la dependencia detalla que las tormentas más grandes que resultan de estas condiciones están asociadas con eyecciones de masa coronal (CMEs) solares, donde aproximadamente mil millones de toneladas de plasma del Sol, con su campo magnético incorporado, llegan a la Tierra.
Entre los principales efectos que la NOAA prevé para la tormenta solar de este 31 de diciembre es que sean visibles auroras boreales en estados del norte de Estados Unidos, o incluso en el oeste medio en Oregon.
Cuando son eventos fuertes, también pueden alterar los sistemas de navegación, como el Sistema Global de Navegación por Satélite (GPS), y crear corrientes inducidas geomagnéticas dañinas en la red eléctrica y las tuberías.
Sin embargo, un evento de este tipo no representa una amenaza de ningún tipo para la salud humana.
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