Arte
Por
Christian García
Publicado el miércoles, 23 de abril del 2025 a las 04:21
Saltillo, Coah.- Uno lee en silencio, arropado en la tranquilidad de su cuarto. Uno puede leer, también, rodeado de personas en el transporte público en un café, pero atrincherado por la música que reproducen los audífonos. Uno lee protegido por las portadas suaves o duras de los libros, del plástico o aluminio de los e-readers, pero siempre en soledad. Sin embargo, en esa actividad solitaria hay un intercambio de opiniones entre el autor, los personajes y el lector que, muchas veces, necesitan un diálogo activo que sólo otro lector puede ofrecer.
Quizá ese es el punto atractivo de los clubes de lectura, esos espacios en los que un cierto número de personas se sientan una vez a la semana o una vez al mes para conversar sobre una lectura en común y compartir sus opiniones, a favor o en contra, de la misma. Un momento entregado al placer de la conversación, de la comunidad lectora que día con día crece ya sea de forma física o virtual, independiente o gubernamental, pero que mantiene vivo el ejercicio de la lectura. Pero, ¿cómo es estar dentro de uno, compartir, dialogar y coordinar uno?, ¿cuál es su impacto para generar lectores?
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El formato del club de lectura tiene mucho tiempo aunque creo que no se le había dado tanta atención a estas organizaciones porque son pequeñas y suelen ser reuniones de tipo más íntimo, entre amigas, amigos, etcétera. Pero son células de lectura que se han ido expandiendo cada vez más”, apunta Sylvia Georgina Estrada, quien desde hace algunos años coordina varios círculos, entre ellos La Hora de la Estrella, así como las primeras sesiones de Soirée Littéraire, de la Alianza Francesa.
Para la también poeta y periodista “en Saltillo hay muchos clubes de lectura y también mucha gente interesada en sumarse porque la lectura ya no es este acto solitario, sino que también se requiere platicar sobre los libros”, y añade que este formato tuvo un mayor impacto “después de la pandemia”.
De la misma forma opina Alejandra Medina, bookstagramer y coordinadora de Jauría Lectora, un club digital que nació en 2019, antes del Covid-19, pero que fue durante los meses de cuarentena cuando más creció, primero, su intercambio con lectores de otros países, y después su propio club de lectura.
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Fue después de pandemia que los clubes empezaron a hacerse demasiado populares y, de hecho, muchos clubes que eran presenciales se volvieron virtuales, porque no querían perder el hábito de platicar sobre alguna lectura o de leer el libro por el compromiso del club, porque es una actividad bastante social. Y quien diga que no ha hecho amigos en un club de lectura, miente. O sea, la verdad es que es muy fácil hacer amigos en los clubes de lectura, ya sea porque tienen los mismos gustos literarios o porque te gusta el debate, te gusta la plática. Entonces, es una actividad bastante social y que también puede llegar a mucho la reflexión dentro de cada una de las sesiones”, explica la usuaria detrás de la cuenta @leer_en_todas_partes, que cuenta con más de 5 mil seguidores.
Para Arturo Pérez, propietario de la librería Los Librakos, que mantiene dos clubes de lectura, la idea surgió de forma diferente: más que buscar, él invitó a lo acompañaran “en un viaje literario por América Latina”, dice y explica que sólo lo escribió en las redes de su librería y, poco a poco, la gente fue sumándose a la actividad que ahora cuenta con 30 miembros de ambos clubes, uno dirigido a leer clásicos y el otro autores latinoamericanos.
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Ahora después de este año y medio del club, me doy cuenta que hay que tener un formato de club, si no lo tienes es muy probable que no funcione. ¿A qué me refiero con ese formato? Que sepas qué tipo de libro vas a poner, y que te vayas especializando en ellos, por ejemplo yo dije ‘quiero leer libros clásicos, es un proyecto personal’, y publiqué, ‘¿quién se anima a compartir ese camino del lector de clásicos conmigo? Voy a leer tales libros, ¿quién se anima? Es un recorrido de un año’, y los que levantaron la mano sabían a lo que venía, por lo tanto funcionó porque es gente que viene a disfrutar lo que propuse, no agarras a nadie por sorpresa, hay un criterio único, un proyecto y un camino a seguir, porque cuando no tienes uno, se puede perder el interés”, explicó el librero.
Sembrar lectores
Para Estrada, esos lazos son los que permiten que los clubes de lectura sean terrenos tan fértiles para crear lectores y propiciar su interés a priori en la lectura. Según explica “este formato hay que fomentarlo. En la ciudad cada vez está creciendo más entonces creo que sería súper bonito ver cuáles son los clubes de lectura que hay –yo sí intento irlos ubicando– porque la literatura se da en las dos vías: por parte de la gente que escribe, pero también por parte de la gente que lee.
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Entonces tenemos que unir todo el círculo, hacer un circuito completo y eso es un trabajo que se hace en equipo y que no podría ser sin la buena voluntad de la gente que hace sus círculos de lectura. En la Secretaría de Cultura tenemos un club de mediadoras de salas de lectura entonces les damos espacio, les prestamos la sala del centro de las letras para que se reúnan y eso también es parte de nuestro papel del fomento a la lectura”, señaló la también coordinadora literaria de la Feria Internacional del Libro y la coordinación de Cultura Escrita de la Secretaría de Cultura, la cual ha echado mano de diversos clubes para “fomentar esta comunidad y darle espacios a estas comunidades de lectores”.
Ya que uno de los programas que la Feria Internacional del Libro de Coahuila ha implementado en sus últimas ediciones es el de plantear que ciertos clubes lean a un autor invitado y puedan tener un intercambio, un diálogo con el mismo. Algo que, agrega Estrada, también se realiza en otras feria de México.
Para el propietario de Los Librakos, el papel actual de los clubes de lectura como impulsores de esta actividad, es imponderable, pues llenan falencias que “están en las escuelas, porque las escuelas no están divulgando la lectura”, explica el graduado de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
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Los clubes son importantísimos. Creo que después de las bibliotecas, que ya casi no se usan, el papel lo retoma las librerías en físico, pero una vez que pasas esa etapa, ¿qué sigue? La escuela no está siendo la alternativa en cuanto a promoción de lectura. Yo lo estoy viendo en las escuelas. Los maestros ya no son los promotores de lectura. Entonces, ahora, ¿quiénes son los promotores de un libro o de un autor? Son los clubes de lectura.
“Yo he visto, de pronto, que un libro se puede vender 150 copias porque un club lo tomó. Entonces, se reproduce, porque son 150 personas que van a recomendar en un boca a boca a ese actor. Se va a multiplicar su exposición, su venta o sus vistas, como quieran decirse ahora, ¿no? Entonces, sí, los clubes son importantísimos”, ahondó.
Finalmente Medina, quien también conduce el podcast Cero Humilde Opinión que puede escucharse en Spotify y YouTube, invita a las personas a acercarse a los clubes de lectura ya sean físicos o virtuales, porque “ser lector sí te cambia la vida, y si te juntas con más lectores sin duda vas a vivir tu vida como al 500%, porque es vivir muchas cosas a través de otras personas, de otras lecturas”.
Importancia
Sí, porque por ejemplo, eso lo dije cuando iniciamos el club de latinoamericanos, yo les dije quiero hacer un recorrido literario desde Argentina hasta México y de regreso, ¿Quién me acompaña? Y ese club lo suspendimos después un momento y fue cuando creamos Clásicos, y mantuvimos la misma idea. ¿Quién quiere lanzarse a este recorrido?
Por los clásicos, por países, empezando por siglo XIX, vamos a hablar a los ingleses, a los franceses, a los alemanes, a los españoles, a los gringos y hasta mexicanos, ¿Quién se anima a hacer ese recorrido? Y obviamente muchos dijeron que sí, porque no se imaginaban que pudiera haber escritores interesantes en el siglo XIX, yo les dije que es para mí el siglo más importante de la literatura.
Entonces les dije ¿Quieren conocer este siglo de la literatura? En donde va a estar Bram Stoker, Dickens, Oscar Wilde, vamos a leer a Dumas, vamos a leer a Goethe, vamos a leer a Artur Hugo, y muchos de ellos los tenían como en mente, pues es el momento de animarme a leerlos, porque lo voy a hacer en grupo. Y se animaron, así como se animaron con el de latinoamericanos, en donde teníamos que leer a Cortázar y a Borges y a Rulfo y a Fuentes, no son fáciles, no son fáciles pero tampoco, no son decepcionantes para nada, creo que es la mejor literatura que hay.
Únete:
Club de Lectura de Los Librakos
Club de clásicos
Club de latinoamericanos
Sábados
19:00 horas
Informes:
Facebook Los Librakos
WhatsApp 811 990 7627
Club Jauría Lectora
Reuniones virtuales
Diferentes días
Información:
Instagram @jaurialectora
Club de lectura Soirée Littéraire
En la Alianza Francesa
Diferentes días
Informes:
Facebook Alianza Francesa de Saltillo
Correo cultura.afsaltillo@gmail.com
Círculo literario
Centro de las Letras Óscar Flores Tapia
Sábados
Informes:
Facebook Secretaría de Cultura de Coahuila
Letras en Tribu
Diferentes días
Diferentes sedes
Informes:
Instagram @letrasentribu
Mitote Literario
Sábados de abril
Coballto Café
Cuota de recuperación: 100 pesos
Informes:
Instagram @habitarlasletras
WhatsApp 844 494 2008
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