Nacional
Por Agencias
Publicado el martes, 1 de octubre del 2024 a las 04:07
Ciudad de México.- Los primeros mensajes de Claudia Sheinbaum a sus colaboradores llegan alrededor de las 5 de la mañana, y el último puede ser al filo de la medianoche. No es siempre así ni es así con todos. Depende de la situación. Pepe Merino, uno de los más allegados a la Presidenta, recuerda que, a finales de 2020, en la segunda ola de la pandemia de Covid-19, con los contagios y las muertes acumulándose (aún no había vacuna), Sheinbaum, entonces Jefa de Gobierno de la capital, le envió un escueto mensaje de WhatsApp que decía, simplemente: “C5”. Eran pasadas las 11:30 de la noche y él ya estaba en cama. Merino, que era el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, entendía que su jefa lo estaba citando en el centro de vigilancia de la capital, que gestiona todo tipo de emergencias y que para entonces se había convertido en el punto estratégico de atención a los reportes de contagio, a través del 911. Cuando Merino logró llegar, ya estaba allí Sheinbaum, contestando llamadas, asignando ambulancias y buscando sitio para los enfermos en algún hospital. Era el mismo trabajo que estaban haciendo otras decenas de trabajadores. La jefa era una más entre todos ellos.
Sheinbaum tomaba cada llamada sin presentarse como la mandataria, detalla Merino. Era una operadora anónima. Saludaba y hacía las preguntas de rigor: síntomas, saturación de oxígeno, domicilio. Estuvo haciendo ese trabajo hasta las cuatro de la mañana. Nadie tomó una foto de ese momento. “No lo hizo para que la vieran. Era una coyuntura tan compleja en que la vida de una persona puede estar en tus manos. Ella siente que tiene que meter las manos y las mete en serio. Fue muy motivante verla hacer lo mismo que todos los demás. Tiene un compromiso y una claridad moral y ética que no te deja espacio para dudas o ambivalencias”, afirma Merino.
Dicen quienes la conocen que la Presidenta, a la que llaman con veneración la Doctora, por su grado académico, es una trabajadora incansable; en la toma de decisiones, hace acopio de los datos que le dan sus colaboradores, escucha con atención, y sólo hasta después resuelve, sin precipitarse; se puede debatir con ella, y ella puede cambiar de postura, pero, cuando toma una determinación, lo hace con firmeza; perfeccionista como es, delega tareas en sus colaboradores, pero da seguimiento a su trabajo y lo supervisa hasta el final; es reflexiva, se toma el tiempo para responder; puntualiza pero debate con respeto, no somete a las personas a su alrededor; como adversaria, es generosa y no guarda rencor; cuando traspasa la barrera de lo estrictamente profesional en su círculo de trabajo, muestra calidez, preocupación por los otros y se entrega a los abrazos y el humor, según una decena de voces recogidas por El País entre amigos personales, colaboradores, sus biógrafos y un político con el que durante varios años tuvo una tensa relación.
Sheinbaum, de 62 años, científica ecologista y una de las fundadoras de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, será la primera mujer en gobernar México. Sus colaboradoras describen cómo ejerce desde ya la carga histórica de abrir a las mujeres mexicanas las puertas de la presidencia, una hazaña en los dos siglos del país como república independiente. “Ella, chiquita, flaquita como la ves, nada más de pura presencia, con el lenguaje corporal, causa muchísima autoridad, porque es muy seria, muy reflexiva”, cuenta la académica Renata Turrent, la próxima directora del Canal Once. “He visto discusiones donde hay personas con opiniones distintas, pero nunca me ha tocado ver que alguien dispute su autoridad. Siempre hay muchísimo respeto a su investidura por parte de todos sus colaboradores, y eso se construye, esa legitimidad no es gratuita, ella se la ha ganado”, añade. Turrent remata apuntando una dualidad que pareciera contradictoria: “Tiene cierta parte maternal, como de cuidado, pero al mismo tiempo deja clarísimo que las decisiones las toma ella, sin necesidad de decirlo. Navega esas dos cosas de manera muy grácil, como bailarina”.
Otros afirman que en su personalidad domina más el espíritu analítico de la científica que es Sheinbaum. “Es una mujer perfeccionista”.
Y en su definición personal, Sheinbaum se identifica como una crítica del neoliberalismo, defensora de los derechos sociales y feminista. Se reconoce como una mujer disciplinada, tan amante de los niños que, de no haber sido académica y política, hubiera sido maestra de jardín de niños.
Últimos nombramientos
Por su parte, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México realizó los últimos nombramientos de su Gabinete ampliado, entre los cuales designó a Édgar Abraham Amador, originario de Monclova, Coahuila, como subsecretario de Hacienda y Crédito Público; a Enrique Covarrubias como subsecretario de la Defensa Nacional, así como a María del Rocío García, al frente del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF).
También repiten nombres como el de Paco Ignacio Taibo II, al frente del Fondo de Cultura Económica (FCE), o el de Jesús Ramírez Cuevas, vocero actual de Presidencia y quien deja su cargo a Paulina Silva para encabezar la Coordinación de Asesores de la Presidencia.
Hasta ahora Sheinbaum ya ha nombrado a las 19 secretarías del Gobierno mexicano, entre los que destaca la permanencia de Rogelio Ramírez de la O, en la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP); Alejandro Gertz Manero, al frente de la Fiscalía General de la República (FGR), y la llegada de Marcelo Ebrard a la Secretaría de Economía; Ricardo Trevilla, en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); Omar García Harfuch, en Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), entre otros.
Con información de El País y EFE
Más sobre esta sección Más en Nacional
Hace 5 horas
Hace 7 horas
Hace 11 horas
Hace 11 horas
Hace 15 horas
Hace 18 horas
Hace 19 horas
Hace 20 horas
Hace 21 horas
Hace 22 horas
Hace 22 horas
Hace 22 horas