Ciudad de México.- Imagina por un momento que estás en marzo de 1994, prendes el televisor y de pronto, tras concluir un comercial del banco Serfin, aparece un anuncio que muestra el nuevo lanzamiento de General Motors en México. Se trata de un auto pequeño, juvenil, carismático y colorido…. Cuyo lema es ¡Buena Onda Chevy!

Este pequeño auto es importado desde la planta de Zaragoza, España y, de hecho, no se trata de otra cosa que la segunda generación del Opel Corsa. No obstante GM, decide venderlo en México bajo el nombre de Chevrolet Chevy.

El nombre es por sí mismo una curiosidad, ya que, si estuviéramos en Estados Unidos, estaríamos ante un pleonasmo, ya que Chevy, es el nombre en diminutivo que recibe la marca Chevrolet en aquel país. Pero en México, sirvió para nombrar al modelo más pequeño de la firma del corbatín. De hecho, en sí, era un auto revolucionario para General Motors, que hasta eso momento, nunca había ofertado un auto de esas características en nuestro país.

Si nos ponemos a escudriñar la historia de la marca en nuestro país, tenemos que el único hatchback que había vendido con anterioridad era el Citation, que aún así era mucho más grande que el pequeño Chevy que se ofertaba en nuestro país en carrocería de tres y cinco puertas.

Durante los primeros dos años, el Chevy fue impulsado por un motor de cuatro cilindros de 1.4 litros con 60 caballos de fuerza. Entre su equipamiento destacado, encontrábamos elementos como un radio con tocacintas, limpiador de medallón, aire acondicionado, así como una computadora de viaje que proyectaba información como hora, temperatura exterior y estación de radio.

Para ser un auto importado, fue todo un éxito, cumpliendo con las expectativas de GM, que, ante el potencial, tomó la decisión de hacer todo lo posible para adaptar su producción en México en la planta de Ramos Arizpe, Coahuila a partir de 1995.

Justo, con el modelo 1996, la alineación empieza a expandirse. Para empezar, se introduce la versión básica Pop, así como la variante sedán que adquiere el nombre de Monza. Chevrolet aprovecha esto e introduce un nuevo motor de cuatro cilindros, pero de 1.6 litros, así como la opción a transmisión automática.

Para 1998 llegó la versión Station Wagon, mientras que para el año siguiente hace lo propio la versión pickup. Cabe mencionar que estas variantes eran importadas desde Sudamérica. Esta generación estuvo a la venta hasta 2003.

En 2004 el Chevy fue rediseñado por completo en México, ganando la denominación C2, pero esa es otra historia que merece su propio artículo. ¿Tuviste un Chevy? ¿Qué historia puedes contarnos? Recuerda que, al momento de redactar este artículo, solo los modelos 1994 aspiran a las placas de auto antiguo.

Con información de Autocosmos