EL CONSEJO EMPRESARIAL Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), que dirige Susana Duque Roquero, puso de manifiesto una realidad ineludible: México está despertando a su potencial como un gigante en el escenario global de la inversión.

La inversión extranjera directa (IED) no es solo un número en una estadística: es un motor que impulsa el crecimiento, la innovación y la competitividad de nuestra economía.

Y México, con su rica historia, su ubicación geográfica estratégica y su red de tratados y acuerdos de libre comercio, está bien posicionado para atraer una cantidad significativa de esta inversión.

Para capitalizar plenamente el potencial de la IED, México debe seguir una serie de pasos clave. Primero, asegurar el acceso a energía suficiente, competitiva y limpia para las empresas.

En segundo lugar, debe crear una estrategia integral como país para atraer inversión, especialmente por la oportunidad histórica que significa el nearshoring, que hay que decirlo, se nos puede ir de las manos.

En tercer lugar, debe crear un área de inteligencia de inversiones a nivel gobierno, que se encargue de atraer proyectos de inversión que permitan crear valor, avance tecnológico y sostenibilidad en el país.

En cuarto lugar, México debe atraer mayores proyectos de investigación y desarrollo al país; el objetivo es que el país pase de ser uno de manufacturas a uno de innovación.

Por último, pero no menos importante, debe garantizar la certeza jurídica y preservar el Estado de derecho para generar confianza entre la comunidad empresarial nacional e internacional.

Con las políticas y estrategias adecuadas, México puede atraer una cantidad significativa de inversión extranjera directa, impulsando el crecimiento, la innovación y la competitividad de su economía.

 

EL GOBIERNO MEXICANO ha minimizado la alerta de la Organización de Aviación Civil Internacional sobre la seguridad aérea, asegurando que los sistemas de navegación están dentro de los estándares.

Sin embargo, esta postura parece superficial cuando recordamos la degradación de la seguridad aérea de México por la FAA en 2021, que tuvo un impacto significativo en las aerolíneas locales.

Aunque la Agencia Federal de Aviación Civil ha completado verificaciones y procedimientos, la verdadera prueba será si estas medidas son suficientes para mantener la confianza de los reguladores internacionales y evitar una nueva degradación que podría perjudicar gravemente al sector aeronáutico mexicano.

 

CANACINTRA PIDIÓ A Pemex acelerar y aumentar la regularización del pago a los proveedores, en especial a las micro, pequeñas y medianas empresas.

Es un llamado a la responsabilidad. Y es que resulta de vida o muerte para las pymes que la petrolera, comandada por Octavio Romero, pague antes de concluir este sexenio a fin de garantizar la supervivencia de estas empresas que son vitales para la economía.

Además, es crucial que Pemex adquiera los químicos e insumos necesarios para procesar el crudo de manera adecuada y sin generar contaminación, cumpliendo así con su deber hacia el medio ambiente y la salud de los trabajadores.

 

LA CÁMARA MEXICANA de la Industria de la Construcción, que preside Fernando Suárez, propone crear el Fibravit, un fideicomiso de inversión público-privado, para abordar la crisis de vivienda asequible exacerbada por la gentrificación y la caída en la construcción de vivienda social. Este modelo busca involucrar entidades como Infonavit y Fovissste, con un capital inicial de 10 mil millones de pesos. Aunque la iniciativa parece prometedora, la falta de detalles sobre su implementación genera escepticismo.

 

FIBRA PROLOGIS LANZÓ una oferta pública para adquirir Terrafina, con la intención de formar la mayor administradora de activos industriales en la bolsa mexicana. Aunque la iniciativa refleja la alta demanda por espacios industriales, la oferta de 0.58 CBFI por cada papel de Terrafina produjo escepticismo. La valuación de Terrafina ha caído, y el proceso de adquisición podría prolongarse si se requieren segundas rondas de ofertas.