Saltillo, Coah.- Como si fuera una gárgola que protege la entrada de una iglesia, un puerquito de concreto ofrece agua para que los sedientos calmen, de forma metafórica, su sed ya que es dentro de las puertas que protege en donde realmente se puede saciar con un tarro de cerveza, ya que lo que cuida es a la Taberna El Cerdo de Babel.

El bar y centro cultural celebró el lunes 20 años de calmar el hambre, quitar las ganas de un trago y promover la cultura con su tradicional Cerdo de Oro, reconocimiento que Sergio Castillo y Jerónimo Valdés, propietarios de lugar, otorgan a un miembro destacado de sus parroquianos. Aunque en esta ocasión, al ser un año especial, el trofeo se dedicó a “todos aquellos que han dejado su corazón en el Cerdo”.

La escultura, que es realmente una fuente, es un trabajo colaborativo entre Valdés y la artista visual Karla Rangel y se encuentra en la jardinera que el bar construyó para salvar el árbol que está frente al lugar, y que corrió riesgo de ser cortado cuando se remodeló el callejón Melchor Ocampo el año pasado. Esta obra, apuntaron los propietarios busca también ser la piedra angular de un proyecto libre: un jardín escultórico. Pues el bar invita a que los artistas creen piezas para instalar en el lugar.

Por otra parte, el Cerdo también festejó sus dos décadas de labor y amistad con un documental hecho por el cineasta José Luis Elizalde. En este, testimonios de miembros del sector cultural, amigos y clientes del bar repasan recuerdos del lugar y reflexionan sobre su importancia e impacto en la ciudad.

El filme será subido en el canal de YouTube de El Cerdo de Babel estos días.