Seguridad
Por
Reporte Índigo
Publicado el sábado, 28 de mayo del 2011 a las 23:26
México.- Cuando el cardenal Posadas Ocampo murió víctima de 14 tiros directos al cuerpo, Benjamín Arellano Félix tenía 39 años de edad y vivía la etapa de esplendor del cártel de Tijuana. El día que rindió su declaración, a los 57 años de edad y después de nueve años de reclusión, Benjamín, de piel morena y envejecido, era un reo más en el penal de máxima seguridad. Vestía el uniforme color caqui y traía el cabello con corte de casquete, el obligatorio.
El ministerio público le demandó detalles de los hechos para corroborar si recordaba realmente lo que pasó.
El capo fue prolífico en detalles. Afirmó que el director general de la Policía Judicial Federal le confió la razón por la que supuestamente había asesinado al prelado: “Fue porque estaba ayudando a conseguir armas a los grupos guerrilleros, sin especificar a cuáles grupos se refería”.
Recordó claramente la hora de la reunión en el aeropuerto de Tijuana y la forma en que el clan Arellano Félix había conocido a León Aragón.
El ministerio público de la Federación le preguntó a Benjamín si en la reunión con el director general de la PJF había estado otra persona. El capo respondió sin titubear: “Sí”, y se rehusó a seguir declarando. En entrevista con Reporte Índigo, el abogado José Antonio Ortega explicó que desde 2002, cuando Benjamín Arellano Félix fue detenido, había intentado en tres ocasiones que declarara sobre el homicidio del cardenal, pero el capo se había negado.
La razón principal es que temía por su vida.
El secreto bien guardado, y por fin revelado, cambió para siempre la versión oficial de la muerte del Cardenal.
Hasta ahora, la versión de los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo era que el prelado había fallecido por accidente en el aeropuerto de Guadalajara cuando el clan de los Arellano Félix lo confundió con “El Chapo” luego de días de buscarlo para asesinarlo.
Finalmente, el capo accedió a hablar, aunque en un principio tenía reservas. Primero, porque temía por su vida; segundo, porque no veía “voluntad política” de resolver el caso Posadas Ocampo.
José Antonio Ortega señala que él habló directamente con Benjamín y le dijo que era la única oportunidad que tendría de decir la verdad, que la otra persona que podía hacerlo, su hermano Ramón, ya estaba muerto.
Ramón Arellano Félix fue ejecutado en 2002 por órdenes de sus enemigos del cártel de Sinaloa. Aunque se trató de una acción ejecutada por policías municipales de Mazatlán, durante el carnaval, se afirma que la orden vino de “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada porque el líder del cártel de Tijuana había viajado a Sinaloa para matar a “El Mayo”.
Benjamín aceptó declarar, pero interrumpió abruptamente la diligencia argumentando que estaba cansado. Y advirtió al abogado del Arzobispado: “En cuanto detengan a León Aragón, yo lo señalo en su cara y aporto las demás pruebas”.
“Dígale al Arzobispo (Juan Sandoval Íñiguez) que rece por mí porque me van a matar”, fue lo último que señaló antes de volver a su celda.
El pasado 29 de abril, dos semanas después de su histórica declaración, Benjamín Arellano Félix fue extraditado a Estados Unidos luego de un proceso iniciado en 2007 y presuntamente sin que sus abogados supieran que eso estaba a punto de ocurrir.
Fue entregado en el hangar de la PGR en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Toluca y actualmente se encuentra recluido en una cárcel de San Antonio, Texas, donde aún no se fija la fecha para iniciar su juicio.
LA HISTORIA DE ‘EL CHINO’
El Arzobispado de Guadalajara sostenía desde hacía años la versión de que la muerte de Posadas Ocampo había sido un crimen de Estado. Tenía información extraoficial de que el director general de la Policía Judicial había citado a Ramón Arellano Félix y a “El Chapo” Guzmán a la misma hora en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
Cuando la Iglesia difundió esa versión, León Aragón afirmó públicamente que el día de los hechos no había estado en el aeropuerto de Guadalajara porque supuestamente había cenado con Jorge Carpizo, versión que el procurador confirmó. Lo que no sabía el Arzobispado con certeza era que, presuntamente, había sido el propio León Aragón, a decir de Benjamín Arellano Félix, quien había ejecutado el operativo del homicidio. León Aragón llegó a la PGR en 1991, cuando era procurador Enrique Álvarez del Castillo.
Su jefe inmediato era Jorge Carrillo Olea, coordinador general para la Atención de Delitos contra la Salud, aunque éste señaló en una entrevista publicada en el libro “Los Señores del Narco”, de Editorial Grijalbo, que fue Álvarez del Castillo quien le propuso el nombramiento de León Aragón.
Públicamente, se conoce a “El Chino” como un hombre cercano a Raúl Salinas de Gortari y Justo Ceja, hermano y ex secretario privado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Cuando Ignacio Morales Lechuga fue nombrado titular de la PGR, “El Chino” ya estaba ahí. Y permaneció con la llegada de Jorge Carpizo.
Su mala reputación lo ha seguido aun después de dejar la PJF, poco después de la muerte del Cardenal.
El 27 de febrero de 1999, el periódico “Reforma” publicó la detención de León Aragón ocurrida dos días antes en Salina Cruz, Oaxaca, de donde es originario. Fue aprehendido por elementos de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República.
Después de salir de la PJF, León Aragón fue premiado con la Agregaduría de la PGR en Guatemala. Y de acuerdo con el reporte del diario, tenía poco tiempo de haber dejado ese cargo. Presuntamente, había sido detenido por lavado de dinero, delitos contra la salud y delincuencia organizada.
León Aragón tenía órdenes de aprehensión por su presunta colusión con el cártel de Juárez –lo cual da coherencia a la versión de Benjamín Arellano Félix de que fue Carrillo Fuentes quien presentó a su hermano Ramón con el policía–, pero no pisó la cárcel. Incluso se defendió públicamente a través de desplegados.
En agosto de 2004, el Primer Tribunal Colegiado resolvió anular las órdenes de aprehensión giradas contra el ex jefe policiaco.
¿POR QUÉ CREERLE A ARELLANO FÉLIX?
Al preguntarle al abogado José Antonio Ortega por qué se le podía creer a un narcotraficante, señaló que la declaración del miembro del cártel de Tijuana era la última pieza judicial de un complicado rompecabezas.
Y que a lo largo de los años se han ido reuniendo declaraciones ministeriales que, concatenadas con la del capo de Baja California, toman un nuevo sentido. En el expediente del homicidio del cardenal, el SE/001/95, había en un principio un video de los hechos tomado por un elemento de la PJF que se encontraba en el aeropuerto, pero después, ese video desapareció.
Existen pruebas periciales de que el cardenal fue víctima de fuego directo, no de fuego cruzado, y que recibió 14 disparos, varios de ellos a menos de un metro de distancia. Eso demuestra que quien le disparó, podía distinguir claramente que no era “El Chapo” Guzmán, mucho más joven que él y con otras características físicas.
GIRO EN EL CASO POSADAS
uncionarios encargados de armar la historia de la muerte de Posadas Ocampo siguen vigentes en altos puestos policiacos, y sus pupilos ocupan los cargos de más alta jerarquía en materia de seguridad.
Jorge Enrique Tello Peón, entonces titular del Centro de Planeación para el Control de las Drogas (Cendro), junto con Wilfrido Robledo y José Luis Figueroa, quienes estaban en el Cisen, desarrollaron una animación para demostrar que el Cardenal había muerto en un fuego cruzado. Tello Peón hoy es asesor de la Presidencia en materia de seguridad; Robledo y Figueroa renunciaron hace apenas unas semanas a la Agencia Federal de Investigación y al Centro Nacional de Planeación e Inteligencia, respectivamente. Y su pupilo Genaro García Luna, titular de la SSP federal, es reconocido por montajes mediáticos de hechos y aprehensiones que no corresponden a la realidad. » entérate
El secreto » Desde su detención en 2002, a Benjamín Arellano Félix se le había solicitado su declaración sobre el homicidio del Cardenal en tres ocasiones, pero el capo se había negado porque temía por su vida. L a versión
» La versión de los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo era que el prelado había fallecido por accidente en el aeropuerto de Guadalajara cuando el clan de los Arellano Félix lo confundió con “El Chapo” Guzmán luego de días de buscarlo para asesinarlo. Extradición
» El 29 de abril Benjamín Arellano Félix fue extraditado a Estados Unidos luego de un proceso iniciado en 2007. Fue entregado en el hangar de la PGR en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Toluca y actualmente se encuentra recluido en una cárcel de San Antonio, Texas, donde aún no se fija la fecha para iniciar su juicio. fotos: Zócalo | Archivo Benjamín arellano Félix fue extraditado a Estados Unidos y está preso en una cárcel de San Diego. con el testimonio del capo se cae la versión de que el cardenal murió en medio de un fuego cruzado. En cuanto detengan a León Aragón, yo lo señalo en su cara y aporto las demás pruebas”. Dígale al Arzobispo (Juan Sandoval Iñiguez) que rece por mí porque me van a matar”.
»ALTO IMPACTO
En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari ocurrieron tres homicidios de alto impacto que no han sido esclarecidos. » El primero fue el del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo el 24 de mayo de 1993. » El segundo fue el del candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, presuntamente asesinado por Mario Aburto Martínez. » Y el tercero fue la ejecución del líder nacional del PRI José Francisco Ruiz Massieu, cuyo móvil aún se desconoce.
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