Hoy cuando muchos comentan acerca de obediencia a ciegas y maximatos futuros, este escribidor-historiador recordó un artículo que publicó, el 24 de agosto de 2013, en Zócalo. Lo que ahí se plasmó fueron notas tomadas, años antes, cuando andábamos inmersos en nuestra tercera etapa estudiantil. Con una invitación a la reflexión, sin utilizar comillas, procederemos a reproducir el texto tal cual apareció entonces.
Mencionábamos que eran los días en que acudíamos al Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca, a cuyos directivos y colaboradores les guardamos una gratitud plena. Mientras acopiábamos información para nuestra disertación doctoral, accidentalmente dado que el objetivo de nuestra búsqueda era otro, encontramos diversos comunicados que, a lo largo de los años, el general-gobernador-presidente, Lázaro Cárdenas Del Río enviaba al general-gobernador-ministro-presidente-estadista-jefe máximo, Plutarco Elías Calles Campuzano. Sobre las notas que tomamos, les comentaremos.
Era el 21 de julio de 1921, gobernaba el país Álvaro Obregón Salido encaminándolo hacia la institucionalización. Cárdenas, un general de veintiséis años, buscaba mejorar la situación económica de su familia. Ante ello, se dirigió al ministro de gobernación, Elías Calles para informarle que junto con el “general Rodrigo M. Talamante…hemos decidido solicitar licencia para separarnos del servicio por un tiempo, e ir a Michoacán a establecer un negocio de maderas”. Acto seguido le pedía “si podría ayudarnos con su influencia para que el ferrocarril nos abriera un crédito en la Comisión Monetaria de Morelia, por determinada cantidad”. El propósito era “instalar un… aserradero y entregar al mismo ferrocarril, previo contrato, el mayor número de durmientes y maderas… La garantía que daremos en el crédito que se nos abra será la recomendación que usted nos dé…”. De hacerlo, “pronto verá que le merecemos esta confianza y que tendremos éxito en nuestra empresa, [ya] que vamos a estar ayudados en la negociación por personas peritas en el ramo”. Al respecto, existen leyendas sobre los negocios de la madera y Cárdenas, pero al no contar con datos duros no podemos afirmar en que acabo aquello. Lo único que recordamos es que durante los primeros años del sexenio lopezportillista, el subsecretario forestal y de la fauna se llamaba Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano quien de ahí se fue a gobernar Michoacán. Pero, volvamos al tema central de esta colaboración.
Años después, en plena actividad militar, el 8 de mayo de 1928, el general Cárdenas se dirigió al presidente Elías Calles para rogarle “tener en cuenta mi gratitud… y precisar que haber logrado ascender al más alto grado en nuestro ejército lo debo a usted que siempre me ha distinguido y ayudado y espero guarde usted la seguridad de que seré siempre de usted el amigo leal que seguirá guiándose en las ideas revolucionarias y ejemplo de honradez que nos ha enseñado usted.” (Las negritas son nuestras). Aún faltaban juramentos de lealtad.
El 19 de julio de 1928, tras del asesinato del ex presidente Obregón Salido, Cárdenas empuñó la pluma y le escribió al presidente Elías Calles: “Ahora, señor, en vuestras manos ha quedado resolver la situación del país y en estos momentos en que la nación pone sus esperanzas en usted, tened presente que si un grupo tuvo empeño en asesinar al general Obregón, puede existir otro que tenga interés en vuestra muerte, y si esto sucediere, pensad en los trastornos enormes que sobrevendrían al país faltando usted, que es el único que tiene ascendiente en toda la República… cuidad vuestra persona para evitar un nuevo desastre a la nación.” (Las negritas, nuevamente, son nuestras). Si alguno de ustedes estima que esas palabras asemejan a un acto de servilismo, por favor, quítese esa idea de la cabeza. Eso no era más que sinceridad (¡!) pura. Para que no haya duda de ello, durante el llamado maximato, Cárdenas reconocería la autoridad de Elías Calles.
En julio 16 de 1929, Cárdenas le recordaba al estadista Elías Calles que, como se lo había comentado personalmente, dejaría la jefatura de operaciones militares para regresar a la gubernatura de Michoacán. Ante ello, le pedía, “se sirva recomendar con el señor Presidente [Emilio Portes Gil], sea designado el general [Vicente] González para sustituirme en esta jefatura.” Casi un año después, el 27 de junio, Cárdenas volvió a requerir el apoyo de Elías Calles, ahora apuntando que dados “los buenos servicios prestados por el general brigadier Miguel Henríquez Guzmán… le suplico recomendarlo para que se le dé alguna comisión, ya sea el mando de un regimiento o hacer posible se le destine a Quintana Roo…” Al calce, apuntamos que Henríquez alegaba ser nativo de Piedras Negras, Coahuila. Sin embargo, en 1952, su registro de nacimiento no fue encontrado por el oficial del Registro Civil, Óscar Pope Jiménez. En aquel tiempo, Henríquez contendía por la presidencia de la República bajo las siglas de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano en contra de don Adolfo Ruiz Cortines. Algunos afirman que el verdadero líder del henriquismo era Cárdenas, sin embargo, por carecer de pruebas documentales, simplemente lo apuntamos, pero no podemos afirmarlo plenamente. De lo que no hay duda es como Cárdenas reconocía la jefatura de Elías Calles.
En octubre 10 de 1930, al momento de presentarse cierta agitación política, Cárdenas escribía al Jefe Máximo “lo indispensable que es aún su intervención y la inconveniencia de su alejamiento del país, porque aún no está cuajada otra personalidad que tenga ascendiente sobre políticos y militares”. Solamente “agrupándonos con usted alrededor del Presidente de la República, [podremos] fortalecer su investidura y hacer triunfar de la intriga la obra de la Revolución, obra de usted puesta en manos del primer magistrado de la nación”. En 1932, cuando Elías Calles era secretario de Guerra y Marina, y Cárdenas había retomado la gubernatura de Michoacán, se suscitó un problema político en Guanajuato. Entonces, Cárdenas escribió que juzgaba “obligatorio tener ante usted opiniones de consulta para que usted mismo, que tiene la responsabilidad encauzadora del país y la carga de estar desbaratando ambiciones, nos marque derroteros para que cada uno prestemos la más franca colaboración…”. El 6 de diciembre de 1933, al ser designado candidato presidencial por el PNR, Cárdenas reconoció a Elías Calles por “su carácter creador de este instituto y sincero orientador, el empeño que guiara todos mis actos…” En ese contexto, siendo ya presidente, en abril de 1935, Cárdenas le escribía que envió, al Tambor Sinaloa, al licenciado Silvestre Guerrero para que le haga “una exposición sobre asuntos de interés nacional, principalmente el monetario relacionado con el alza de la plata, rogándole darme su opinión que considero muy autorizada por los vastos conocimientos que tiene usted en asuntos de esta naturaleza”. Esto no podía durar toda la vida.
El 10 de abril de 1936, Cárdenas expulsaría a Elías Calles del país acusándolo de intervenir constantemente en la vida política de México. En medio del ocaso, el estadista Elías Calles Campuzano mostró su grandeza al marchar al extranjero sin incitar a una revuelta que hubiera llevado al país nuevamente al caos. A la hora de ejercer el mando solamente uno lo ejerce. Así lo entendió finalmente el estadista Elías Calles en su momento e igualmente se lo hizo ver, en 1961, el presidente don Adolfo López Mateos a Cárdenas cuando éste andaba enfebrecido por irse a apoyar a la Revolución Cubana. Don Adolfo le puso un ultimátum al michoacano quien no comía lumbre y prefirió quedarse a cuidar sus intereses personales que, según dicen los que saben, no eran pocos.
Lejos están los días cuando Lázaro Cárdenas Del Río, hoy franquicia pétrea e inmaculada, le escribía al estadista Plutarco Elías Calles Campuzano jurándole lealtad eterna que, por momentos, lindaba en el rastrerismo. Pero esos eran otros personajes en tiempos pretéritos. Aun cuando, también, existe otra versión de ese tipo de relaciones, la de Manuel del Refugio González Flores-José de la Cruz Porfirio Díaz. En síntesis, esto no es más que historia, pero nunca estorbará repasarla y cavilar acerca de ella. [email protected]
Añadido (24.22.71) Al parecer para los medios de comunicación nacionales, lo único importante a destacar es lo que hicieron o dejaron de hacer un par de descerebrados cantantillos de medio pelo. Esos sí, cuando un mexicano valioso obtiene logros académicos importantes, la nota se difumina o simplemente no es reportada. Eso sucedió con el nombramiento del doctor Julio Frenk Mora como rector de la University of California Los Angeles (UCLA).
Añadido (24.22.72) Por si alguien dudaba de lo que afirmamos la semana anterior. De acuerdo con lo publicado por The Wall Street Journal, “después de que tres de los hijos del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, murieran en un ataque aéreo en abril pasado, Yahya Sinwar, líder militar de Hamás, escribió que sus muertes y las de otros palestinos “infundirían vida en las venas de esta nación, impulsándola a elevarse a su gloria y honor”. Asimismo, se indica que “en un mensaje enviado a uno de los líderes de Hamás en Doha, Sinwar se refirió a las víctimas civiles en guerras como la Guerra de Independencia de Argelia contra Francia, diciendo que “cientos de miles murieron allí; son sacrificios necesarios”. En síntesis, para este sujeto, “los civiles fallecidos son sacrificios necesarios para doblegar a Israel”. Como lo indicábamos, para Hamas, ¿y sus aplaudidores? las vidas de civiles no tienen valor, excepto para venderse como víctimas y lograr que sus aliados de la ONU anden emitiendo condenas a Israel.
Añadido (24.22.73) ¿Eso del Parlamento Abierto, las encuestas y demás artilugios son para dar tiempo a que el atolito se caliente?
Añadido (24.22.74) Ya se hizo costumbre, los bats de los New York Yankees se silencian cada cinco días. Eso sucede cuando el lanzador es el cubano Néstor Cortes. ¿Coincidencia o hay algo más?
Añadido (24.22.75) Al final de cuentas, resultó que el tal “Chumel” no era sino otro protegido de la curia. O ¿Alguien va a creer que la invitación para visitar al ciudadano Bergoglio Sivori fue porque es muy simpático?
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