El pasado sábado 18 de enero, alrededor de las 17:00 horas, un empleado del establecimiento dejó su cartera en el mostrador antes de dirigirse al área de bodega. En ese momento, un taxista ingresó al negocio para realizar algunas compras, pero su comportamiento llamó la atención de los trabajadores.
Según lo registrado por las cámaras, la encargada del local notó la presencia de la cartera en el mostrador y le preguntó al taxista si le pertenecía. El hombre respondió afirmativamente, aunque en realidad no era suya, tomó la cartera y se retiró en un taxi perteneciente a la línea “Vaquitas”. Momentos después, el verdadero dueño regresó de la bodega y al no encontrar su cartera, solicitó revisar las grabaciones de seguridad, donde se evidenció el incidente.
No recibió una respuesta positiva de la compañía
La cartera contenía no solo dinero en efectivo, sino también identificaciones y tarjetas importantes que el propietario necesita para realizar trámites urgentes. Ante esta situación, el afectado decidió acudir a la base de taxis de la línea “Vaquitas” para buscar una solución, pero no recibió una respuesta positiva por parte de los responsables de la compañía.
En un esfuerzo por recuperar sus pertenencias, el afectado ha difundido los videos de las cámaras de seguridad con la esperanza de que el taxista, o alguien que lo conozca, pueda hacerle llegar el mensaje y devolver la cartera. Además, el dueño solicita que esta sea entregada en el mismo comercio donde ocurrió el incidente, ubicado en la calzada Saltillo 400 y Diagonal de las Fuentes.
El empleado espera que sea un malentendido
“Espero sea un malentendido y no una acción con dolo”, expresó el propietario de la cartera, quien confía en que el taxista actuará de manera correcta al devolver las pertenencias. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido noticias sobre el paradero de su cartera ni sobre las acciones del trabajador del volante.
Este caso pone en evidencia la importancia de la confianza y la ética en el día a día, así como la utilidad de las cámaras de seguridad en la resolución de situaciones como esta. Ahora, queda en manos del taxista aclarar la situación y, con ello, evitar mayores complicaciones legales o personales.