Torreón, Coahuila– De acuerdo con Pablo García Chacón, presidente de la Canacintra Torreón, existe cierta confusión en torno a los recientes movimientos arancelarios, en los que México y Canadá quedaron fuera de una larga lista de países a los que Estados Unidos aplicó aranceles recíprocos. Según comentó, “esto no quiere decir que se hayan cancelado los aranceles previamente aplicados a México y Canadá”.
“ Incluso algunos sugirieron que México esquivó o libró los aranceles. No tenía que aparecer en la lista de aranceles recíprocos porque a México ya le habían sido asignados. No hay ninguna declaración oficial que indique que se han cancelado los aranceles al país. En realidad, las cosas no han cambiado”, opinó.
Comentó que esperan que los aranceles al aluminio, al acero y a los vehículos no sean permanentes y que, por lo pronto, México siga con sus esfuerzos para reducir el tráfico de migrantes hacia Estados Unidos y las acciones contra el tráfico de fentanilo, de modo que los aranceles ya interpuestos puedan disminuir al menos al 12.5%.
Respecto a las afectaciones por los aranceles a la industria automotriz, García Chacón indicó que, en caso de que los gravámenes permanezcan, habría implicaciones negativas a mediano y largo plazo, pues considera que, por el momento, las empresas podrían tomar precauciones como la cancelación de turnos.
“ No hay certeza de que los aranceles se mantengan de forma permanente. Además, cerrar una planta automotriz cuesta muchísimo dinero, y detener la producción también. La industria en México no se va a frenar, definitivamente. Sí habrá afectaciones, y existe una tendencia a la recesión, pero no es un freno total a la inversión”.
“ Lo que las empresas podrían implementar para mitigar las afectaciones es cancelar algunos turnos y empezar a mover las líneas de producción de manera paulatina hacia Estados Unidos. La cancelación de plantas automotrices no es una reacción inmediata”, expresó en entrevista para MILENIO.
No es momento de entrar en pánico
Aseguró que no es momento de entrar en pánico en México, ya que los principales afectados por los aranceles a los vehículos son los estadounidenses. Además, los exportadores ya están desarrollando estrategias para contrarrestar el gravamen.
Entre las alternativas que se están considerando se encuentran importar el acero y el aluminio desde Estados Unidos para evitar el arancel al exportarlo nuevamente al mismo país, ya procesado; conseguir créditos con los clientes en Estados Unidos con tasas de interés más bajas; renegociar precios, o sacrificar márgenes de utilidad del proveedor mexicano para solventar entre el cliente y el proveedor los aranceles que se pagarán en Estados Unidos.
“ Si el arancel de México a Estados Unidos es del 25% para el aluminio o el acero, se contempla la posibilidad de traer esa materia prima temporalmente desde allá, procesarla y regresarla, de modo que se ahorren el 25% del costo de la materia prima. También se están llevando a cabo negociaciones con los clientes para conseguir créditos que financien la materia prima con intereses más bajos.”